Biomoléculas:Proteínas 2
Al igual que muchos otros descubrimientos científicos, el descubrimiento de la estructura secundaria de las proteínas, o de los grupos de aminoácidos que se aproximan entre sí, tiene una historia interesante. Una mañana de la primavera de 1948, un científico llamado Linus Pauling estaba en su casa resfriado. Después de aburrirse con una lectura ligera, le pidió a su mujer que le trajera papel y un lápiz para poder trabajar en uno de sus últimos intereses de investigación, cómo una secuencia lineal de aminoácidos se pliega en una forma tridimensional. Conocía las estructuras de los aminoácidos, ya que él y su colaborador, Robert Corey, habían descubierto que los enlaces peptídicos que unen a los aminoácidos son planares (véase el módulo Proteínas 1 para una discusión sobre los enlaces peptídicos). Pero no tenía ni idea de cómo la cadena recta podía plegarse en la estructura tridimensional, excepto por una corazonada de que el enlace de hidrógeno estaba involucrado.
¿Qué es el enlace de hidrógeno?
Trabajando esa mañana con el papel, plegándolo en diferentes formas, Pauling descubrió la hélice α(abajo a la izquierda). Más tarde, él y Corey también descubrieron la hoja ß(abajo a la derecha). Lo más destacable de esta hazaña es que Pauling y Corey descubrieron estos dos elementos comunes de la estructura secundaria (presentes en más del 60% de las proteínas conocidas) 8 años antes de que se determinara la primera estructura cristalina de una proteína en 1959. Por este y otros trabajos sobre enlace químico, Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química en 1954.