Bob Dylan grabó ‘Like a Rolling Stone’ hace hoy 50 años
Se dirigió de nuevo a Woodstock cuando terminó la gira y siguió trabajando en la pieza. «Las dos primeras líneas, que riman ‘kiddin’ you’ y ‘didn’t you’, casi me dejan sin palabras», dijo a Rolling Stone en 1988, «y cuando llegué a los malabaristas y al caballo de cromo y a la princesa en el campanario, todo fue demasiado». Es una canción venenosa, pero nunca ha revelado públicamente la inspiración, suponiendo que haya sido una sola persona. La gente ha adivinado que «Miss Lonely» es todo el mundo, desde Edie Sedgwick a Marianne Faithfull o incluso Joan Baez, pero la respuesta no es casi seguro que sea tan sencilla.
La canción empezó a tomar forma el 15 de junio de 1965, cuando Dylan empezó a trabajar en Highway 61 Revisited con el productor Tom Wilson, el guitarrista Mike Bloomfield, el pianista Paul Griffin, el batería Bobby Gregg y el bajista Joseph Macho. «Le vi en algunas fiestas y luego, de la nada, me llamó por teléfono para grabar un disco», dijo Bloomfield a Rolling Stone en 1968. «Así que me compré una Fender, una guitarra realmente buena por primera vez en mi vida, sin funda, una Telecaster. Nunca había participado en una sesión profesional con músicos de estudio. No sabía nada. Me gustaban las canciones. Si hubieras estado allí, habrías visto que era una escena muy desorganizada y extraña. Desde entonces he tocado en millones de sesiones y me he dado cuenta de lo realmente extraña que fue aquella sesión de Dylan».
La sesión comenzó con muchos repasos de «It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry» (entonces llamada «Phantom Engineer») y «Sitting on a Barbed Wire Fence», aunque no consiguieron ni una sola toma utilizable de la primera canción y finalmente desecharon la segunda. Casi al final del día, Dylan tocó para la banda una versión ruda y lenta de «Like a Rolling Stone», que se puede escuchar en el primer volumen de The Bootleg Series. La sesión terminó justo cuando la banda empezaba a entender la melodía. (Ese mismo día, Wilson y algunos de los músicos de la sesión de Dylan tomaron la interpretación acústica de Simon y Garfunkel de «The Sound of Silence» y le añadieron instrumentación eléctrica, dándoles su primer gran éxito.)
Tom Wilson invitó a Al Kooper a pasar por la sesión del día siguiente simplemente para observar, pero tenía planes mucho más grandes. «Sin correr riesgos, llegué una hora antes y con suficiente antelación para establecer mi cobertura», escribió en su libro de 1998 Backstage Passes and Backstabbing Bastards. «Entré en el estudio con el estuche de la guitarra, desempaqué, afiné, enchufé y me senté intentando por todos los medios que pareciera que pertenecía al grupo». Muy pronto, Bloomfield entró y empezó a practicar. «Comenzó a tocar una de las guitarras más increíbles que jamás había escuchado», escribió Kooper. «¡Y sólo estaba calentando! Yo estaba en un aprieto. Desenchufé avergonzado, recogí, fui a la sala de control y me senté allí fingiendo ser un reportero de la revista Sing Out!»
Con Kooper en la sala de control, el mismo grupo del día anterior se lanzó a tocar «Like a Rolling Stone», aunque con Paul Griffin pasando del órgano al piano. Kooper sabía tan poco del órgano que ni siquiera sabía cómo encenderlo, pero estaba desesperado por tocar en una canción de Dylan y cuando un distraído Wilson no le dio un firme «no», entró en el estudio, se sentó ante el instrumento y quedó encantado al ver que Griffin no lo había apagado. «Imagínate esto», escribió Kooper en su libro. «No hay música que leer. La canción dura más de cinco minutos, la banda está tan alta que ni siquiera puedo oír el órgano y, para empezar, no estoy familiarizado con el instrumento. Pero la cinta está rodando, y ése es el puto Bob-Dylan que está cantando, así que más vale que sea yo el que esté sentado aquí tocando algo».
Wilson puede haberse escandalizado cuando vio lo que estaba pasando, pero a Dylan le gustó el sonido de Kooper y pidió que subieran el volumen del órgano. «Puedes escuchar cómo esperé hasta que el acorde fuera tocado por el resto de la banda antes de comprometerme a tocar en los versos», escribió Kooper. «Siempre voy una corchea por detrás de los demás, asegurándome del acorde antes de tocar las teclas». El estilo único de tocar no sólo dio a la canción un componente característico, sino que también presentó a Dylan a un colaborador musical al que volvería una y otra vez en los años siguientes.
La cuarta toma de la canción del 16 de junio es la versión que finalmente se publicó, pero el grupo la tocó otras 11 veces. «Todas eran inservibles porque eran demasiado rápidas», dijo Kooper a Rolling Stone en una entrevista inédita de 2012. «Ni siquiera sé cómo podía cantar tan rápido. Hay un montón de palabras que meter. Tengo una copia de la sesión completa, y ninguna toma se acerca a la toma.»
La canción llegó a las estanterías el 20 de julio, pocos días antes del Festival de Folk de Newport, donde Dylan tocó la canción en directo como parte de su primer set eléctrico, lo cual es una historia muy trillada que ha sido objeto de libros enteros. A finales de mes, Dylan volvió al Estudio A para terminar Highway 61 Revisited, aunque dejó a Tom Wilson por el nuevo productor Bob Johnston. Lo terminaron el 6 de agosto, lo que marcó la última vez que Dylan grabó con Mike Bloomfield, aunque en una entrevista de 2009 con Rolling Stone Dylan lo eligió como el mejor guitarrista con el que había trabajado. «El tipo que siempre echo de menos, y creo que todavía estaría por aquí si siguiera conmigo, en realidad, era Mike Bloomfield», dijo. «Podía tocar sin tapujos. Tenía mucha alma. Conocía todos los estilos y los tocaba increíblemente bien».
Columbia no tenía muchas esperanzas puestas en «Like a Rolling Stone», ya que duraba seis minutos y era muy diferente a los trabajos anteriores de Dylan, pero se convirtió en el mayor éxito de su carrera. En el proceso, molestó a muchos folkies tradicionales, pero convirtió a Dylan en una estrella del rock en el momento exacto en que la escena de la música folk se estaba desvaneciendo. Terminó todos los conciertos de su legendaria gira mundial de 1965/66 con los Hawks con la canción, y ahora la ha hecho un total de 2.024 veces, sólo superada por «All Along the Watchtower». (Curiosamente, no la ha tocado ni una sola vez desde finales de 2013.) El año pasado, la letra manuscrita se vendió por más de 2 millones de dólares, casi el doble de lo estimado originalmente.