Lo hemos dicho antes, y lo volveremos a decir: el conocimiento es la verdadera moneda de cambio en los tiempos que corren. La cantidad de información que procesamos crece minuto a minuto, ya sean correos electrónicos, informes, libros o sitios web. Esta gran cantidad de información conlleva una enorme presión para asimilarla, procesarla y actuar en consecuencia. Así que, ¿qué podría hacer para asegurarse de no dejarse arrastrar o, peor aún, ahogarse en esta avalancha de información?
Algunas de las mejores habilidades que hay que poseer en la economía del conocimiento son la lectura y la comprensión rápidas. De hecho, son algunas de las mejores habilidades a desarrollar para el crecimiento mental y profesional.
En primer lugar, entendamos cuál es la velocidad de lectura normal. La velocidad media de lectura de los adultos se sitúa en torno a las 300 palabras por minuto (wpm). Con la lectura rápida, se puede duplicar o triplicar esta velocidad. Aunque en Internet abundan los expertos en lectura rápida que presumen de velocidades superiores a las 1000 wpm, la mayoría de estas afirmaciones están envueltas en la controversia por la falta de pruebas basadas en la comprensión. Dicho esto, una velocidad de más de 500 wpm es un buen punto de referencia al que aspirar y, por supuesto, superar.
En este artículo, te presentamos cinco técnicas procesables y fáciles que puedes utilizar para leer más rápido y reducir la cantidad de tiempo que dedicas a escudriñar y consumir información.
Chunking
Simplemente, este método consiste en leer un grupo de palabras. Le ayuda a reconocer las pausas naturales, como las frases cortas o las agrupaciones de palabras, y a centrarse en segmentos más pequeños para comprenderlos como una sola pieza de información.
Pro-tip: Pruebe esto. Coge un artículo o una página que vayas a leer. Utiliza un lápiz para dividir la página en tres columnas, cada una de ellas con dos o cuatro palabras seguidas. Intenta leerlas juntas, pasando de una columna a otra. Practica este método hasta que no necesites las columnas.
Aprende a combinar el escaneo y el hojeo
De niños nos enseñaron a prestar atención a cada palabra de una frase. Sin embargo, los estudios demuestran que la mente de los adultos tiene la capacidad de llenar los vacíos de información sin leer cada palabra. En realidad, el ojo humano puede abarcar unos 2,5 centímetros de un vistazo, lo que incluye cinco palabras.
El escaneo es una forma rápida de encontrar información específica en un texto sin leer cada palabra. Es una de las habilidades más importantes que debes desarrollar si quieres leer más rápido.
El skimming, por otro lado, es una técnica que consiste en buscar visualmente las frases de una página en busca de pistas sobre la idea principal. Sin embargo, el skimming por sí mismo puede afectar a la comprensión. La clave está en la combinación correcta de escaneo y ojeo, en la que el ojeo guía al escaneo. Siga leyendo para ver cómo puede hacerlo.
Pro-tip: Utilice la lectura por encima como una herramienta eficaz de pre-lectura. El hojeo le permite trazar un documento y comprender mejor su flujo y estructura. Esto le permite prestar más atención a las partes que considera importantes. De este modo, aunque la comprensión se vea afectada, al menos sabrá dónde debe reducir la velocidad.
Siga la lectura por encima con el escaneo, y tendrá una combinación ganadora.
Maneja la subvocalización
Esta técnica es un tema de mucho debate. Cuando los niños aprenden a leer, vocalizan las palabras. Como adultos, subvocalizamos, lo que significa que decimos las palabras en nuestra mente. La velocidad media al hablar es de unas 150 palabras por minuto, mientras que la velocidad media al leer es de unas 200 a 300 palabras por minuto. Por lo tanto, el sentido común sugeriría que silenciáramos esa voz.
Sin embargo, a menudo no es posible comprender lo que se lee sin utilizar esa voz interior. Por lo tanto, leer más rápido significa utilizar esta voz interior más rápido, no eliminarla por completo. Por eso llamamos a este método «gestionar» la subvocalización.
Los lectores expertos en velocidad también subvocalizan, sólo que lo hacen más rápido. Una forma de hacerlo es utilizar el chunking ya que es mucho más difícil vocalizar conjuntos de palabras que palabras sueltas.
Pro-tip: Los expertos sugieren que es posible silenciar esta voz lectora. Escuchar música mientras se lee puede ayudar. Al principio, puede afectar a tu comprensión. Pero pronto notarás que tu concentración aumenta.
Saber qué quieres del texto
Determinar tu dirección y enfoque es importante para prepararte a saber qué necesitas del texto. También te recuerda que debes prestar atención cuando veas palabras o frases relevantes. Mientras que esto es obviamente una gran manera de mejorar la comprensión de la lectura, también te ayuda a leer más rápido.
Pro-tip: Haz una serie de preguntas para ti mismo antes de empezar a leer, Esto definitivamente te ahorrará tiempo dedicado a buscar información inútil.
Práctica, Práctica, Práctica
Un punto importante a recordar es que practicar la lectura rápida es diferente de practicar sólo la lectura. Tiene que ser un esfuerzo enfocado. Si te tomas en serio lo de aprender a leer más rápido, tienes que practicar el método de lectura rápida, no sólo la lectura. Hay aplicaciones y software que te ayudan a hacer precisamente eso. Con el tiempo y el esfuerzo, empezará a sentirse natural y se traducirá en tu forma de leer.
Pro-tip: Utiliza herramientas tecnológicas para practicar la lectura rápida. Outread es una aplicación que guía tus ojos a través de una lista de lectura con la ayuda de un marcador de resaltado. El curso de entrenamiento de lectura rápida de Spreeder utiliza métodos como «señalar» (electrónicamente) para mejorar la velocidad de lectura y la comprensión.
Apóyate en el recuerdo
Al final de cada página, o cada pocos párrafos, haz una pausa y recuerda lo que acabas de leer. Esto te da tiempo para asimilar la información y reorientarte antes de seguir adelante.
Sigue tu progreso
Lo que no puedes medir, no lo puedes mejorar. Propóngase leer sistemáticamente un texto variado con el mismo número de palabras y cronometre sus resultados. Identifique y registre su velocidad de lectura de referencia, fíjese un objetivo y practique con ahínco.
Si está buscando algunos puntos de referencia para fijarse, aquí tiene algunos resultados de la investigación sobre la lectura rápida realizada por Staples.
Un adulto promedio: 300 wpm
Estudiantes de octavo grado = 250
Estudiante universitario promedio = 450
Promedio de «ejecutivos de alto nivel» = 575
Profesor universitario promedio = 675
Lectores de velocidad = 1,500
Campeón mundial de lectura rápida = 4,700
Puedes hacer la misma prueba para evaluar tu velocidad de lectura actual y ver dónde estás.
La práctica da resultados
Esperamos que los consejos expuestos en este artículo te ayuden en tu camino de aprendizaje. La lectura rápida es una gran herramienta en tu armadura mientras trabajas en tu crecimiento profesional y mental. Te recomendamos que le dediques tiempo y esfuerzo al proceso. Aunque los resultados pueden tardar en aparecer, el esfuerzo merecerá la pena.