(Crédito de la imagen: D. Stolcius von Stolcenberg)
«Lo que está abajo corresponde a lo que está arriba, y lo que está arriba corresponde a lo que está abajo, para realizar el milagro de la Cosa Única». – La Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto
Como parte de mi modelo de realidad en constante expansión, recientemente he llegado a creer que la existencia se compone de tres capas diferentes, de manera que el mundo físico está tanto por debajo de un mundo como por encima de otro. Para ser más precisos, el macrocosmos está compuesto por el hiperespacio y da lugar a las dimensiones macrocósmicas, mientras que el continuo espacio-tiempo local está formado por el espacio físico y el metafísico, siendo mesocósmico y microcósmico al mismo tiempo. De este modo, existe una relación escalar entre Dios, la carne y la voluntad. Esto conduce a sistemas teológicos, biológicos y psicológicos separados pero muy interconectados.
Basado en mi actual comprensión de todo, la elegante relación ontológica entre los diferentes dominios del cosmos es tal que el espacio metafísico existe dentro del espacio físico dentro del hiperespacio. Esto significa que, desde fuera, el macrocosmos contiene al mesocosmos, que a su vez contiene al microcosmos, de modo que el alma se aloja en el cuerpo, que a su vez se aloja en el espíritu. Así, hay una capa inmaterial de existencia dentro y fuera de la forma material de cada organismo. Estas conforman nuestro yo superior y nuestro yo inferior.
Así que, en muchos sentidos, el acto teúrgico de un ser que deviene a través del Ser que deviene es una especie de proceso alquímico en el que el alma es purificada por el espíritu a través del cuerpo. El yo inferior es un ser finito que deviene y que existe como alma natural en el universo. Junto con esto, el yo superior es un ser infinito en devenir que existe como un espíritu sobrenatural en el omniverso. Por lo tanto, el propósito de la vida es hacer que el ser inferior sea un reflejo del ser superior. Esto se expresa mejor en el adagio ocultista «Como es arriba, es abajo».
En conjunción con mis otras teorías, esto implicaría que cuando una persona muere su alma debe fusionarse con su espíritu en ausencia de un cuerpo. Así, si la maldad del alma es excesiva será incompatible con la rectitud inherente del espíritu, lo que daría lugar automáticamente al proceso de reencarnación. Por otro lado, un alma purificada alcanzaría la liberación iluminada a través de la reintegración con la fuente. Así que, como antes, la lección es «Como es arriba, es abajo».
Como es arriba, es abajo…
Macrocosmos – ESPÍRITU (∞-D) «AZUFRE»
Mesocosmos – CUERPO (3-D) «SAL»
Microcosmos – ALMA (7-D) «MERCURIO»
…ASÍ QUE ABAJO
Nota: La Tria Prima de Paracelso – Azufre, Sal y Mercurio – es un código esotérico que se refiere a los estados místicos, materiales y mentales del ser. Así, el Espíritu de Arriba (Azufre) es el Yo Superior y el Alma de Abajo (Mercurio) es el Yo Inferior.