El debate sobre los pañales: Pañales de tela frente a pañales desechables
¿Pañales de tela o desechables? La decisión te hace querer tirar el cambiador? Como casi todas las elecciones de los padres, la correcta es la que mejor os parezca a ti y a tu hijo.
Puedes ceñirte a cualquiera de los dos tipos de pañales que se adapten a tu estilo de vida o puedes alternar: un pañal de tela, por ejemplo, cuando estés en casa y pañales desechables cuando salgas. Para conocer los pros y los contras de los pañales de tela y los desechables, sigue leyendo:
Pañales de tela
Pros: Disponibles en algodón, tela de rizo o franela, los pañales de tela para bebés pueden venir como piezas prefabricadas de forros de tela o como un «todo en uno» (un pañal y un cobertor de aspecto similar a un pañal desechable). Aunque los pañales de tela suponen una mayor inversión inicial, a la larga son mucho más baratos que los desechables. (Y atención: Sin duda, pasará mucho tiempo antes de que tu hijo deje de usar pañales). Y si te preocupan los tintes y geles que se utilizan en los desechables, los pañales de tela son una forma más natural de cambiar los pañales. Además, el hecho de que estos tipos sean menos absorbentes que los desechables significa más cambios de pañales (un contra), pero puede significar menos erupciones de pañales a largo plazo (¡un pro!).
Otro plus: puede ser más fácil empezar a enseñar a ir al baño porque los niños notarán que están mojados antes, lo que puede ser un incentivo para ponerse en calzoncillos.
Contra: los pañales de tela pueden ser sucios -aunque algunos vienen con forros desechables que los hacen más fáciles de limpiar- y son más engorrosos de cambiar, a menos que uses los «todo en uno» (que son más caros). Además, tendrás que lavar más ropa, probablemente dos o tres veces más a la semana, lo que significa que las facturas de agua y electricidad serán más elevadas. Y, a no ser que utilices pañales desechables cuando salgas, es probable que tengas que llevarte a casa unos cuantos pañales con caca (¡y mal olor!). Además, para algunos bebés pueden provocar más dermatitis del pañal (o casos más graves) porque no absorben la humedad como los desechables. Y tampoco puedes usar la mayoría de las cremas y ungüentos para la dermatitis del pañal con los pañales de tela.
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Pros: Son cómodos y muy fáciles de cambiar, gracias a las tiras adheridas al panel trasero que se abrochan por delante. Elige una talla en función del peso y la edad de tu bebé para que se adapte mejor. Viajar también es más fácil, porque puedes tirar los pañales sucios sin tener que llevarlos a casa. Además, cambiarás menos pañales al día, ya que los pañales desechables para bebés son ultraabsorbentes, tienen un forro interior que mantiene la humedad lejos de la piel y no tienden a gotear. También pueden provocar menos rozaduras porque son muy buenos para absorber la humedad, uno de los factores desencadenantes.
Contras: Aunque no hay estudios que demuestren que los productos químicos (como la dioxina), los tintes y los geles utilizados en los pañales desechables sean perjudiciales, algunos padres pueden tener miedo de que todo eso esté cerca del culito de su bebé, y algunos bebés pueden tener una reacción alérgica a este tipo de pañales, lo que puede significar más rozaduras. Otra desventaja: Si tiras con demasiada fuerza, las lengüetas de algunos pañales desechables pueden romperse con facilidad (e inevitablemente ocurrirá cuando estés corriendo y sólo te quede un pañal). Además, los pañales desechables no son la forma más ecológica de gestionar las cacas de tu bebé: los desechables suponen 3,4 millones de toneladas de residuos en los vertederos al año y no se descomponen (ya que es muy poco lo que se descompone en un vertedero, sea biodegradable o no). Si te animas a tirar primero parte del contenido por el inodoro (sobre todo cuando tu bebé empiece a tomar sólidos y las deposiciones sean más formadas), puedes reducir considerablemente esos residuos. La ultraabsorción de los pañales desechables también puede dificultar el aprendizaje para ir al baño: Como es menos probable que los niños pequeños se sientan mojados e incómodos, no tienen muchas ganas (ni interés) de decir adiós a los pañales.