¿Es importante preservar las cuerdas tendinosas y los músculos papilares durante el reemplazo de la válvula mitral?
Para evaluar la importancia de preservar las cuerdas tendinosas y los músculos papilares para la función del ventrículo izquierdo tras el reemplazo de la válvula mitral, se insertaron válvulas mitrales de Carpentier-Edwards o Björk-Shiley en 12 perros. Se utilizó bypass cardiopulmonar, hipotermia sistémica a 25 grados C y cardioplejía fría. El periodo de parada anóxica fue de 30 minutos. En seis perros se realizó la sustitución de la válvula mitral tras la escisión completa de la misma. En los otros seis perros se extirpó parcialmente la valva anterior, pero se dejaron intactas todas las cuerdas tendinosas y los músculos papilares. Se realizaron mediciones hemodinámicas, incluida la función ventricular izquierda tras la carga de volumen, antes y después de la operación. Se obtuvieron angiogramas del ventrículo izquierdo después de la operación en todos los perros. En el preoperatorio no hubo diferencias significativas en las curvas de función ventricular izquierda de los dos grupos, pero en el postoperatorio las curvas mostraron diferencias significativas. En el grupo con cuerdas tendinosas conservadas, la función ventricular izquierda mejoró con la carga de volumen hasta una presión diastólica final del ventrículo izquierdo de 20 mm Hg, mientras que en el grupo con cuerdas tendinosas divididas, la función mejoró más lentamente y dejó de mejorar tras la carga hasta una presión diastólica final de 15 mm Hg. La fracción de eyección media del ventrículo izquierdo tras la sustitución de la válvula mitral con músculos papilares conservados fue de 0,62 +/- 0,01 y con músculos papilares divididos fue de 0,45 +/- 0,05 (p inferior a 0,05). Los autores concluyen que es importante preservar las cuerdas tendinosas y los músculos papilares al realizar la sustitución de la válvula mitral.