La candidiasis vaginal durante el embarazo
La candidiasis vaginal es bastante inofensiva pero puede ser incómoda y puede volver a aparecer, lo que se conoce como candidiasis recurrente.
La candidiasis es una infección por hongos, normalmente causada por un hongo parecido a la levadura llamado ‘Candida albicans’.
Muchas mujeres tienen cándida en la vagina sin que les cause ningún síntoma. Las hormonas presentes en las secreciones vaginales y las bacterias vaginales «amistosas» mantienen el hongo bajo control. Los problemas surgen cuando el equilibrio natural de la vagina se altera y la cándida se multiplica.
La candidiasis vaginal puede transmitirse a veces durante las relaciones sexuales, pero no se considera una infección de transmisión sexual o ITS más grave. Por lo tanto, si tienes candidiasis vaginal es mejor evitar tener relaciones sexuales hasta que hayas completado un tratamiento y la infección haya desaparecido.
Durante el embarazo
Tienes más riesgo de contraer candidiasis vaginal mientras estás embarazada. Los cambios en los niveles de las hormonas femeninas, como el estrógeno, aumentan las probabilidades de desarrollar la candidiasis y hacen que sea más probable que vuelva a aparecer.
No hay pruebas de que la candidiasis afecte a las posibilidades de quedarse embarazada. Y, si tiene aftas mientras está embarazada, no dañará a su bebé por nacer.
Sin embargo, si está embarazada o amamantando y tiene aftas, debe evitar tomar tratamientos orales contra las aftas. En su lugar, utiliza pesarios vaginales, además de una crema anti aftas si es necesario.
Tratamiento
Si tienes candidiasis vaginal y estás embarazada o dando el pecho, siempre debes acudir a tu médico en lugar de comprar medicamentos contra la candidiasis vaginal sin receta en la farmacia.
No te recetarán un tratamiento oral porque puede afectar a tu bebé. Probablemente se le recetará un pesario antiprurito, como el clotrimazol, el econazol o el miconazol, que se utilizará durante unos 3 a 7 días.
Si está embarazada, tenga cuidado al insertar un pesario porque existe el riesgo de dañar el cuello del útero. Para reducir el riesgo, puede ser mejor insertar los pesarios con la mano en lugar de utilizar el aplicador.
Si tienes síntomas alrededor de la vulva, como picor y dolor, también te pueden recetar una crema contra el afta.
No todos estos productos son seguros de utilizar en las diferentes etapas del embarazo, por lo que es importante que hables con tu médico y farmacéutico antes de utilizar cualquier producto.
¿Qué puedo hacer para prevenir el afta vaginal?
Hay una serie de cosas sencillas que puedes hacer:
- Usa ropa interior de algodón o seda en lugar de sintética y cámbiala a diario. Utilice medias o pantys durante el menor tiempo posible.
- Lave la ropa interior con agua caliente y jabón puro y aclárela dos veces para asegurarse de que se eliminan los irritantes antes de ponérsela.
- Cambie los trajes de baño o la ropa de deporte húmedos lo antes posible después de nadar o hacer ejercicio.
- Si utiliza compresas, cámbielas con regularidad y evite las perfumadas o desodorizadas.
- Evite la ropa ajustada, como los vaqueros, ya que crea un entorno húmedo y cálido que favorece el crecimiento excesivo de bacterias y levaduras.
- No se haga nunca duchas vaginales, excepto si se las prescribe específicamente un médico para tratar una infección. Las duchas vaginales aumentan el riesgo de irritación vaginal y no se recomiendan durante el embarazo. Una vagina sana no necesita un desodorante vaginal.
- Evite utilizar jabones, baños de burbujas, sales de baño, perfumes y talcos perfumados alrededor de la zona vaginal. Y nunca utilice nada fuerte, como desinfectantes, ni siquiera diluidos, cerca de la vagina.
- Se puede aconsejar una crema hidratante suave, como una crema acuosa. Utiliza agua o sustitutos del jabón para lavar la zona.
- Limpia siempre de delante a atrás después de ir al baño, ya que esto evita que los organismos intestinales sean arrastrados a la vagina. No utilice papel higiénico perfumado porque puede causar irritación.