Las 20 mejores recompensas para aprender a ir al baño (que realmente funcionan)

Enseñar a los niños a ir al baño es difícil. Basta con coger al papá y a la mamá más tranquilos y obligarles a espabilarse, a veces de forma cruel. Nos encontramos utilizando palabrotas: el entrenamiento para ir al baño saca a relucir nuestras bocas de orinal. O, tal vez, regalamos a nuestros hijos historias de miedo: hay un caimán en el retrete llamado Charlie que tiene sed. Y Charlie se enfada cuando tiene sed.

Aún así, aunque nos encontremos frustrados por la cisterna, un sistema de recompensa positiva es mucho más efectivo.

Un sistema de recompensa es diferente a un soborno -esta es una distinción importante. Una recompensa sigue al comportamiento mientras que un soborno lo precede. Las recompensas son muy útiles en el entrenamiento para ir al baño, pero sólo si se dan con prontitud. Si esperas demasiado, tu hijo puede no hacer la conexión y cualquier refuerzo positivo que hubieras obtenido se perderá.

Entonces, ¿qué tipo de recompensas para el entrenamiento para ir al baño merecen tu tiempo? Echa un vistazo (o un trapo) a los siguientes trucos:

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Elogios sencillos

Los niños responden a las cosas que son fáciles; por lo tanto, mantenga sus elogios tan simples como sea posible. No es necesario hacer un depósito en su fondo para la universidad cada vez que hacen caca en el orinal; basta con aplaudir, bailar o chillar de alegría.

El tarro de la felicidad

Su hijo responderá a los objetos tangibles (como un juguete nuevo). Pero también responderán a sus actividades favoritas. Utilice esto a su favor. Anote algunas de las cosas que a su hijo le gusta hacer -una excursión al zoo o pintar con los dedos en el garaje- y colóquelas en un tarro. Luego, cuando tu hijo use el orinal, permítele escoger del frasco y recompénsalo con la actividad que haya elegido.

Libros

Utilizar libros en el baño es útil por muchas razones. Por un lado, leer en el baño ayuda a tu hijo a mantenerse entretenido: Hansel y Gretel son más divertidos que mirar a la pared. Los libros también les ayudan a sentirse cómodos con la idea de ir al baño. Ten cerca un montón de libros sobre el orinal y resérvalos sólo para el momento de ir al baño.

Muñecos orinales

Los muñecos orinales están diseñados para beber y luego mojarse. Comprar uno para tu hijo pequeño le ayuda a aprender el concepto de orinar. Anime a su hijo a enseñar a su muñeco a usar el orinal; él mismo se enseñará en el proceso.

Ofrecer tiempo especial

A los niños les encanta la atención (hasta que son adolescentes). Ofrecer un cuidado extra de cariño es una buena manera de ayudar a su hijo a aclimatarse al orinal. Cada vez que tenga un día exitoso, recompénselo con un tiempo especial de mamá o papá.

El árbol de las piruletas

«El árbol de las piruletas» es una canción de Burl Ives, pero también es algo que puede utilizar para ayudar a que las cosas fluyan. En pocas palabras: a los niños les encantará. ¿Por qué? Porque a la mayoría de los niños les encantan las golosinas. Crea un árbol de piruletas y prémialos cada vez que usen el orinal.

Usa la representación visual

Si tu hijo es visual, ¡saca las canicas! Ten un recipiente cerca y permite que tu hijo añada canicas cada vez que vaya al baño (deja que añada más por ir al número 2). Decide la recompensa que obtendrá cuando llene el recipiente. Que sea algo grande -como una bicicleta nueva- les ayudará.

Celebración por las noches

Cada día que tu hijo se mantenga seco, aprovecha la noche para celebrar su éxito. Puedes llevarles al parque o a tomar un helado. Asegúrese de que entienden por qué se les premia.

Celebre una fiesta de bloques

Utilice bloques para fijar el concepto de la hora de ir al baño. Al igual que la idea de la canica anterior, esto proporciona una representación visual. Los legos son los mejores ya que se pegan entre sí. Permita que su hijo añada un Lego con cada viaje exitoso al orinal y luego recompénselo con un premio cuando la torre sea alta. Algunos niños se centrarán en el premio; a otros les encantará la idea de ver cómo crece la torre a partir de sus éxitos.

Registro del orinal

Un registro del orinal es también una gran manera de recompensar a su hijo. No, no es realmente un «¡Querido diario, María ha hecho caca en el orinal hoy!». Es más bien una historia que cataloga el viaje de tu pequeño desde el pañal hasta el orinal. Es una historia en la que, naturalmente, ellos son los héroes.

Utiliza colorante alimentario

El colorante alimentario convierte el agua del inodoro en el color que tu hijo elija. Puede que no quieran ir a una taza transparente, pero ¿una taza que sea azul? Que venga el número uno y el dos!

Imprime boletos para el orinal

Estos boletos actúan como tarjetas para tu hijo. Cada vez que van, se marca la tarjeta. Cuando se llena, reciben una sorpresa. Si se niegan, reciben otro tipo de boleto: un pase de ida a casa de la abuela.

Compra el Poop N’ Pull

Puede sonar como algo que tienes que hacer cuando no comes suficiente fibra, pero el Poop N’ Pull es un sistema de recompensa de entrenamiento para ir al baño en el que tu hijo tira de una cuerda para obtener un juguete cada vez que va al baño. Algunos niños sólo pueden fingir que necesitan ir, así que asegúrate de que no te están tomando el pelo a ti también.

Tener consecuencias e incentivos

La idea detrás de esto es simple: coge un tarro y, por cada pañal seco, dales algo para meter en el tarro (una pelota de ping pong, por ejemplo). Una vez que el tarro esté lleno, se ganan un regalo. Pero, por cada pañal sucio o mojado, haz que saquen una pelota. Probablemente les costará este concepto, pero más vale que lo aprendan ahora: si te cagas en el pañal, la vida te caga.

Compra un premio para el orinal

Si a tu hijo le motivan especialmente los premios, enhorabuena: ¡son más fáciles de manipular! Esto es especialmente cierto en lo que respecta al aprendizaje para ir al baño: lleve a su hijo de compras y adquiera artículos relacionados con el orinal (como ropa interior para niños grandes o niñas grandes) y algunos premios. A continuación, envuelve estos premios en un papel tentador y «que hay que tener ahora mismo». Colócalos en un lugar visible y recuérdale a tu hijo que se ganará el premio cuando consiga sus objetivos de aprendizaje para ir al baño. Al igual que algunos caballos necesitan que les cuelguen una zanahoria para poder caminar, algunos niños necesitan una baratija antes de hacer pipí.

Haga una tabla de pegatinas para el entrenamiento para ir al baño

A los niños les encantan las pegatinas (por alguna razón). Colocar una tabla de pegatinas fuera de su baño y premiarlos cada vez que vayan es una gran manera de asegurarse de que «se adhieren» al programa. Incluso puedes celebrar el tiempo que han pasado: Días sin un accidente: 2…tacha eso, 0.

Saca el chocolate

Si hay algo a lo que los seres humanos respondemos, es al chocolate. Y los niños no son diferentes. Cada vez que vayan, prémialos con una pequeña golosina: M&Ms o un Hershey Kiss. Porque, reconozcámoslo, ciertos tipos de chocolate son una buena transición a la caca. Recuerde a sus hijos, por ejemplo, que si se les cae un Milk Dud dentro de un zoológico de mascotas, es mejor asumir que se ha ido para siempre.

Personalice el orinal

Deje que su hijo decore su trono. Pegatinas o colores o incluso dibujos pegados en las paredes del baño hacen que la porcelana sea un poco más acogedora. Al fin y al cabo, los retretes no son tan acogedores. Y probablemente sea esa la razón por la que tantos hombres parecen echar de menos la taza por completo.

Trae un amigo

Si tu hijo tiene apego a un juguete, una muñeca o una manta, invócalo para que te ayude. Este amigo añadido da a algunos niños la seguridad que necesitan. Así, llévale su osito de peluche al baño en los primeros años. En los posteriores, intenta cambiarlo por una revista.

Busca el tesoro

Colocar un cofre del tesoro encima del inodoro es una forma perfecta de hacer que tu hijo se interese por usarlo. Cuando lo hagan, permíteles elegir un premio a ciegas. Si no les gusta ese premio en concreto, bueno, siempre pueden volver a por más después de un buen vaso de zumo de ciruelas.

Tal vez, algún día, los padres se unan en un movimiento para facilitar el entrenamiento para ir al baño (el Movimiento Intestinal). Pero, mientras tanto, hacemos lo que podemos. Muchos niños responden a las recompensas del entrenamiento para ir al baño, lo que hace que tu vida sea un poco menos cutre.

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