Mes de sensibilización sobre el cáncer de ovario: ¡El asesino silencioso entre nosotros!

Siempre me ha gustado el color verde azulado por la sensación de calma y tranquilidad que infunde. Dicho esto, este mes, vestirse de verde azulado tiene un propósito aún más profundo que su belleza: Septiembre es el Mes de la Concienciación sobre el Cáncer de Ovarios.

Aparte de las reflexiones sobre el color, el cáncer de ovarios es una enfermedad extremadamente grave. Aunque solo representa el 3% de todos los cánceres en mujeres, según los CDC, el cáncer de ovario causa más muertes cada año que cualquier otro cáncer del sistema reproductor femenino. Solo en 2013, se calcula que hubo 22.000 casos de cáncer de ovario que provocaron unas 14.000 muertes (ourbodiesourselves.org). Estas impactantes estadísticas dejan claro que la concienciación sobre el cáncer de ovario es de suma importancia.

No hay una causa clara para el cáncer de ovario, pero ciertos factores pueden aumentar definitivamente su riesgo. Estos factores incluyen la edad (las mujeres mayores son más propensas a desarrollar la enfermedad), la genética (presencia de una mutación genética específica), los antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama y las afecciones médicas previas en el sistema reproductivo. Además, también se ha demostrado que el uso de tratamientos de fertilidad, la terapia de sustitución hormonal con estrógenos y la falta de embarazo aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de ovario.

Una de las razones por las que el cáncer de ovario es tan mortal es que, en sus primeras fases, rara vez causa síntomas. Desgraciadamente, esto significa que a menudo no se detecta hasta que es demasiado tarde, cuando el cáncer ya se ha extendido a la pelvis y al abdomen.

Por si esto no fuera lo suficientemente aterrador, los síntomas de la fase tardía que comienzan a aparecer pueden confundirse muy fácilmente con afecciones no amenazantes como hinchazón, inflamación, pérdida de peso, molestias en la pelvis, micción frecuente, estreñimiento y síndrome del intestino irritable, por nombrar algunas. En consecuencia, incluso cuando empiezan a aparecer los síntomas en la fase avanzada, muchas mujeres no se dan cuenta del peligro. Es por esa razón que el cáncer de ovario es a menudo llamado un asesino silencioso y por esa razón que la concienciación y la educación sobre el cáncer de ovario tiene que ser una prioridad importante.

Además, el diagnóstico de la enfermedad es bastante difícil, pero se puede hacer a través de varias pruebas de imagen, análisis de sangre y, eventualmente, cirugía exploratoria para confirmar la condición, así como para determinar la etapa del cáncer.

Desgraciadamente, los tratamientos para el cáncer de ovario son bastante limitados. Una vez que el cáncer de ovario se encuentra en una fase avanzada, se vuelve extremadamente difícil de tratar y suele ser mortal. Sin embargo, si se diagnostica en una fase temprana (cuando el cáncer aún está confinado en el ovario), puede tratarse con éxito mediante la extirpación de los ovarios y los órganos reproductores cercanos, seguida de quimioterapia para eliminar cualquier célula cancerosa restante. Cuanto antes se descubra el cáncer, menos extensa será la intervención quirúrgica y mayores serán las posibilidades de éxito. Por ello, la detección precoz es absolutamente fundamental.

No existe una forma segura de prevenir totalmente el cáncer de ovario, pero ciertos factores se han asociado a un menor riesgo, como el uso de anticonceptivos orales, el embarazo y la lactancia. No obstante, lo mejor que puede hacer para protegerse si cree que puede estar en riesgo es someterse a revisiones periódicas por parte de su médico.

Ayude a difundir la concienciación sobre el cáncer de ovario informándose, educando a los demás y vistiendo mucho color azul marino. Estarás guapísima haciéndolo!

Para más información sobre el cáncer de ovario, echa un vistazo a dos artículos de nuestro número de septiembre/octubre de The Women’s Health Activist:

• Septiembre es el mes de la concienciación sobre el cáncer de ovario
• Los oncólogos evitan utilizar el mejor tratamiento para el cáncer de ovario

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