Moléculas y compuestos

Cuando los átomos se unen para formar enlaces iónicos o covalentes, forman asociaciones estables que cambian las propiedades de cualquiera de los átomos por separado. Estas nuevas moléculas presentan propiedades emergentes únicas. Una molécula existe cuando dos o más átomos se unen formando enlaces químicos. Una molécula puede ser tan pequeña como sólo dos átomos, como el oxígeno que respiramos, o tan grande como 5 sextillones (¡5 con 21 ceros después!) de átomos de carbono, como un diamante de 1⁄2 quilates en un anillo de compromiso.

Cuando átomos de al menos dos elementos diferentes se unen para formar enlaces químicos, estas moléculas pueden denominarse compuestos. El cloruro de sodio (NaCl) es un ejemplo clásico de compuesto iónico, o compuesto formado por enlaces iónicos. El agua (H2O) suele denominarse compuesto molecular, pero también se conoce como compuesto covalente porque es un compuesto formado por enlaces covalentes. Aunque es menos común, algunos libros de texto de biología se refieren a los compuestos moleculares como moléculas, y no incluyen los compuestos iónicos en el término molécula. Para mayor claridad, utilizaremos la definición más común de molécula, que incluye todos los tipos de compuestos, así como las moléculas formadas por átomos de un solo elemento, como los ejemplos de oxígeno molecular y carbono molecular (diamantes).

Todas las moléculas pueden escribirse como una lista de los átomos que las forman. Escribimos NaCl para representar la fórmula molecular de la sal de mesa, que está formada por un enlace iónico entre el sodio (Na) y el cloro (Cl). Las fórmulas moleculares también se utilizan para moléculas covalentes como el agua (H2O). Cuando hay más de un átomo de un elemento concreto en una misma molécula, se utiliza un subíndice a la derecha del símbolo del átomo para indicar cuántos átomos de ese elemento están presentes en cada molécula. Por ejemplo, la fórmula molecular del agua (H2O) indica que hay dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno en cada molécula. Como también señala este ejemplo, los átomos de una fórmula molecular no siempre se escriben en el orden de sus enlaces. La fórmula estructural del agua es H-O-H, pero cuando escribimos la fórmula molecular, combinamos los átomos de hidrógeno en un solo listado, H2O, para simplificar.