¿Qué es la osteoartritis de rodilla?
La osteoartritis (OA) de rodilla es una de las cinco principales causas de discapacidad entre los hombres y mujeres mayores. El riesgo de discapacidad por artrosis de rodilla es tan grande como el de las enfermedades cardiovasculares.
La artrosis de rodilla suele producirse en rodillas que han sufrido un traumatismo, una infección o una lesión. Un tejido conectivo liso, resbaladizo y fibroso, denominado cartílago articular, actúa como cojín protector entre los huesos. La artritis se desarrolla cuando el cartílago comienza a deteriorarse o se pierde. A medida que se pierde el cartílago articular, el espacio articular entre los huesos se estrecha. A lo largo de los años, la articulación cambia lentamente. En los casos graves, cuando el cartílago articular desaparece, los extremos óseos engrosados rozan entre sí y se desgastan. Esto da lugar a una deformación de la articulación. La actividad normal se vuelve dolorosa y difícil.
¿Cómo se diagnostica la artrosis de rodilla?
La artrosis de rodilla se puede diagnosticar de dos maneras: los síntomas referidos por el paciente, como el dolor o la incapacidad, o los signos físicos reales, como los cambios en la articulación que se ven en las radiografías. En la mayoría de los casos, están presentes tanto la patología como los síntomas comunicados por el paciente. Una evaluación de la artrosis de rodilla incluye una historia clínica y una exploración física completas.
¿Cómo se trata la artrosis de rodilla?
El tratamiento inicial suele estar dirigido al control del dolor. El dolor de la artrosis de rodilla puede tener diferentes causas, dependiendo de la persona y del estadio de la enfermedad. Así, el tratamiento se adapta a cada persona.
En general, las opciones de tratamiento se dividen en cinco grandes grupos:
– Modificaciones de la salud y del comportamiento, como la educación del paciente, la fisioterapia, el ejercicio, la pérdida de peso y el uso de ortesis
– Terapias farmacológicas, que incluyen analgésicos simples como la aspirina o los antiinflamatorios no esteroideos, inhibidores específicos de la COX-2, opiáceos y fármacos más potentes para los pacientes que no responden a otros fármacos o tratamientos, y glucosamina y/o sulfato de condroitina
– Tratamientos intraarticulares, incluyendo inyecciones de corticosteroides o inyecciones de ácido hialurónico (viscosuplementación)
– Cirugía, incluyendo artroscopia, osteotomía y artroplastia (reemplazo de la articulación)
– Tratamientos alternativos como terapia láser, acupuntura, terapia de pulso magnético, regímenes vitamínicos y analgésicos tópicos
El Dr. Berry’s Class IV Laser Knee Program
En lugar de enmascarar los síntomas de la enfermedad articular degenerativa del dolor de rodilla con pastillas antiinflamatorias o inyecciones de cortisona el Programa de Rodilla Láser del Dr. Berry trata la raíz del problema sin medicamentos, inyecciones de rodilla o cirugía de rodilla. El programa del Dr. Berry utiliza los últimos láseres de clase IV aprobados por la FDA, y los combina con otras terapias para ayudar a reducir el dolor, fortalecer los músculos alrededor de la articulación de la rodilla, y aumentar el rango de movimiento. Lo más importante es que estos tratamientos ayudan a reducir la inflamación/hinchazón, lo que ayuda a mejorar la función general de la rodilla.
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