Qué hacer con los tallos de brócoli

Imagina, por un minuto, lo que debes sentir al ser un tallo de brócoli. Te pasas toda tu existencia luchando por coronarte de flores, sólo para que la corona se convierta en el único objeto de aprecio, llevándose toda la gloria para sí misma. Te roban tus hermosos floretes, destinados a formar parte de alguna exaltada creación culinaria, y a ti, triste tallo, te tiran a la basura. Duele. Mucho. En el fondo, muy en el fondo.

Pero no tiene por qué ser así, ni debería. Los tallos de brócoli merecen un poco de atención propia, lo que significa que si eres una de esas personas que tienen la costumbre de tirarlos a la basura, tal vez quieras replanteártelo.

Hay muchas cosas que puedes hacer con los tallos de brócoli. Ayuda pensar en ellos como si fueran colinabos, que no es otra cosa que un gran tallo bulboso de brócoli. El colinabo es bueno tanto crudo como cocinado, con un sabor suave y un centro crujiente y jugoso, y lo mismo ocurre con los tallos de brócoli.

Podrás empezar por determinar la dureza de sus exteriores, despegándolos si han crecido demasiado de madera con el tiempo. Después de eso, puedes decidir qué hacer con ellos. Si tienes suficientes, puedes cortarlos en bastones o en rodajas y saltearlos en una sartén caliente con aceite humeante, haciendo que la superficie se caliente lo suficiente como para conseguir algunos puntos dorados.

También puedes encurtirlos en una salmuera, como la que uso en esta receta de espárragos en escabeche rápido. Funcionará igual de bien con los tallos de brócoli. (Y, por supuesto, puedes jugar con los aromas, utilizando diferentes hierbas u omitiéndolas, etc.)

Sin embargo, con toda honestidad, rara vez hago tanto alboroto. La mayoría de las veces, prefiero comer los tallos de brócoli crudos, ya sea mezclados en una ensalada o dispuestos en un plato y rociados con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal marina en escamas. No necesitan mucho más. Es un pequeño y divertido tentempié antes de la cena para el cocinero -sólo un capricho, nada que le quite el apetito.

Y, si por casualidad preparas una bandeja de crudités, te imploro que incluyas los tallos de brócoli entre la selección de verduras. Francamente, son muy superiores a esos horribles ramilletes crudos, que ya se llevan demasiada gloria, no amontonemos más de lo que no se merecen.

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