Signos y síntomas de la sarna (Sarcoptic Mange) en perros y opciones de tratamiento
La enfermedad, la sarna, es causada por un ácaro contagioso. Este ácaro se encuentra en perros domésticos y salvajes o cánidos (coyotes, lobos y zorros rojos). Los ácaros se transmiten con mayor frecuencia a través del contacto íntimo o cercano, como en las guarderías para perros, las peluquerías o los parques para perros. El ácaro sobrevive sólo durante breves períodos en el medio ambiente, aunque algunos perros pueden contagiarse de este modo. El ácaro de la sarna NO está causado por una mala higiene. A veces la causa puede no ser obvia.
¡Los perros que se infectan con este ácaro sufren un fuerte picor! El picor puede ser casi constante e interferir con los hábitos de sueño y alimentación de su perro. Al principio puede notar una erupción muy fina o sólo el picor. Con el tiempo la piel se vuelve muy roja, hay pérdida de pelo y descamación de la piel. Las zonas donde el pelo es más fino (orejas, codos, tobillos, vientre) suelen ser las más afectadas. Sin embargo, algunos perros pueden tener un patrón diferente o no presentar ningún síntoma.
Se cree que el fuerte picor de la sarna es una reacción de hipersensibilidad o alérgica al ácaro. El número de ácaros en un perro en un momento dado es muy pequeño. Intentamos encontrar el ácaro con el raspado de la piel, que es la mejor técnica disponible. Sin embargo, el ácaro se encuentra menos del 50% de las veces porque son tan pocos en número.
Opciones de tratamiento para la sarna (Sarcoptic Mange)
Aunque el ácaro es muy difícil de encontrar afortunadamente suele responder muy bien al tratamiento. Hay diferentes opciones de tratamiento disponibles. En ocasiones, es necesario probar más de un tratamiento para obtener resultados óptimos.
Dado que el ácaro es contagioso para otros perros, no debe permitir que su perro juegue con otros perros o sea internado hasta que el tratamiento esté completo. Si su perro tiene contacto frecuente con otro perro debe ser tratado aunque no tenga síntomas.
El ácaro es ligeramente contagioso para los seres humanos. Un pequeño número (entre el 10-20%) de personas puede desarrollar una erupción roja en los antebrazos, tobillos o cintura. Esto se resolverá cuando su mascota sea tratada. Sin embargo, si le molesta el picor, consulte a su médico. Los seres humanos pueden desarrollar su propia forma de sarna, que se transmite a través del contacto estrecho de persona a persona. Los humanos son un «callejón sin salida» para los ácaros de la sarna del perro. Los ácaros no se reproducen y no causan una infección activa. Cuando los humanos contraen la sarna de otra persona, estos casos requerirán un tratamiento prescrito por un médico.
Debido a que el ácaro de la sarna no sobrevive muy bien en el entorno, no es necesaria una descontaminación exhaustiva del hogar. Sin embargo, cualquier ropa de cama o manta que sea utilizada por su mascota para dormir debe ser lavada con agua caliente y detergente. Es conveniente limpiar cualquier mueble en el que su perro pase mucho tiempo. Es posible volver a infectarse de sarna, pero no suele ser por no haber tratado la casa. Simplemente está presente comúnmente en el mundo de un perro.
Aunque los perros con sarna son algunos de los más gravemente afectados que vemos suelen recuperarse completamente con el tratamiento para el ácaro, así como cualquier infección que puedan haber desarrollado.