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Amoniaco anhidro: Conozca los peligros

El amoníaco anhidro -utilizado en la fabricación, la refrigeración y la agricultura- es un gas o líquido acre, incoloro y tóxico que, cuando se concentra, es corrosivo para el tejido humano al entrar en contacto, según el NIOSH.

«Cuando el amoníaco anhidro líquido se libera de su recipiente al aire, se expande rápidamente, formando una gran nube que actúa como un gas más pesado que el aire durante un período de tiempo», añaden los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. «Debido a que los vapores abrazan el suelo inicialmente, las posibilidades de que los seres humanos estén expuestos son mayores que con otros gases».

Qué ocurre

Un trabajador puede estar expuesto al amoníaco anhidro de varias maneras. La gravedad de las lesiones de un trabajador dependerá de la duración de la exposición, así como del nivel de concentración del gas o del líquido.

Esto es lo que el NIOSH quiere que sepan los empresarios y los trabajadores sobre la exposición al amoníaco anhidro:

Exposición a los ojos: la exposición leve o moderada a los ojos puede provocar irritación y sensación de quemazón, mientras que la exposición grave puede provocar la inflamación de las membranas del ojo, la hinchazón y la descamación de las células de la superficie del ojo, y la ceguera temporal o incluso permanente.

Ingesta: Aunque es poco frecuente, la ingestión de amoníaco es peligrosa. Los síntomas pueden ir de leves a moderados -como vómitos, dolor abdominal y quemaduras en la boca, el esófago y el estómago- a graves, incluyendo daños corrosivos en la boca, la garganta y el estómago.

Inhalación: La inhalación de gas amoníaco puede causar problemas respiratorios, sibilancias o dolor en el pecho. La asfixia puede producirse en áreas mal ventiladas o cerradas, según la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades.

Exposición de la piel: La exposición leve o moderada de la piel al amoníaco puede provocar hinchazón y dolor punzante; la exposición grave de la piel puede causar inflamación, ampollas, muerte del tejido y quemaduras penetrantes. Además, un trabajador puede experimentar una lesión por congelación si se expone al gas amoníaco licuado.

Qué hacer

El NIOSH recomienda una serie de respuestas de primeros auxilios para la exposición al amoníaco anhidro. Sin embargo, independientemente del tipo de exposición, el primer paso debe ser alejar al trabajador afectado de la fuente de exposición.

Ojos: Lavar los ojos con agua tibia durante un mínimo de 15 minutos.

Ingestión: Asegurarse de que las vías respiratorias de la víctima no están obstruidas. Absténgase de inducir el vómito o administrar algo por la boca. Proporcione oxígeno suplementario si es necesario.

Inhalación: Compruebe la función respiratoria y el pulso de la víctima, asegúrese de que las vías respiratorias están libres de obstrucciones y administre oxígeno si la persona tiene problemas respiratorios.

Piel: Si se ha producido una exposición grave, quítele la ropa a la víctima (al menos hasta la ropa interior) y lávele bien la piel contaminada con agua y jabón. Tenga cuidado de no romper la piel de la víctima durante la descontaminación, ya que esto puede provocar más lesiones.

Las víctimas deben buscar atención médica inmediata después de haber tomado estas medidas iniciales. Visite http://sh-m.ag/2AuslK6 para obtener más información.

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