Ariadna
Ariadna, en la mitología griega, hija de Pasífae y del rey cretense Minos. Se enamoró del héroe ateniense Teseo y, con un hilo o joyas relucientes, le ayudó a escapar del Laberinto después de matar al Minotauro, una bestia mitad toro y mitad hombre que Minos guardaba en el Laberinto. Aquí las leyendas divergen: fue abandonada por Teseo y se ahorcó; o bien, Teseo la llevó a Naxos y la dejó allí para que muriera, y fue rescatada por el dios Dionisio y se casó con él.
A los antiguos poetas y artistas griegos les gustaba representar a Ariadna dormida en la orilla de Naxos mientras Dionisio la contempla con amor y admiración. La historia de Ariadna fue retomada posteriormente por artistas, escritores y compositores europeos, como Richard Strauss en su ópera Ariadne auf Naxos (1912; Ariadna en Naxos). En el arte antiguo Ariadna aparece con frecuencia como consorte de Dionisio, a veces con sus hijos.