Autoextracción de un implante anticonceptivo | BMJ Sexual & Reproductive Health
Una paciente me describió recientemente su experiencia de autoextracción de su implante anticonceptivo cuando estaba registrada en otro lugar del país.
El implante había estado colocado durante 4 meses con un sangrado abundante inaceptable. No pudo encontrar un servicio local que le retirara el implante y el transporte público era deficiente para llegar a la clínica más cercana y no tenía niñera. La paciente es diestra y el implante estaba en su brazo derecho.
Obtuvo el siguiente equipo de su farmacia y supermercado local: tijeras de uñas, pinzas, Steri-Strips™, hisopos con alcohol, venda, una botella de vodka y una lata de judías cocidas. Limpió el equipo y la piel con toallitas con alcohol y vodka y apoyó el brazo en una mesa. Con las tijeras rasgó la piel transversalmente, haciendo una herida de aproximadamente 1 cm de largo en la cicatriz de inserción. Al no poder alcanzar el implante con las pinzas, colocó la lata de judías en su brazo por encima de la parte superior del implante y, empujando con la barbilla, forzó el implante en la herida y consiguió extraerlo con las pinzas. Cerró la herida con Steri-Strips™ y no sufrió ningún efecto adverso con una buena cicatrización de la herida.
Este caso ilustra la importancia de contar con buenos servicios locales de extracción de implantes, que la autoextracción es una explicación realista para los implantes «perdidos» y subraya la importancia de comprobar la correcta colocación mediante palpación después de la inserción.