Base de datos de enfermedades raras
Tratamiento
No existe un tratamiento específico y definitivo para la enfermedad de Bowen. Se pueden utilizar varias terapias diferentes, todas ellas con excelentes tasas de éxito. El tratamiento específico para un caso individual depende de numerosos factores, como el lugar del cuerpo afectado; el tamaño, el grosor y el número de la(s) lesión(es); la presencia o ausencia de ciertos síntomas; la edad y el estado de salud general del individuo; y/o elementos adicionales. Las decisiones relativas al uso de regímenes farmacológicos particulares y/u otros tratamientos deben ser tomadas por los médicos y otros miembros del equipo de atención médica en consulta cuidadosa con el paciente, basándose en las características específicas de su caso; una discusión exhaustiva de los beneficios y riesgos potenciales, incluyendo los posibles efectos secundarios y los efectos a largo plazo; la preferencia del paciente; y otros factores apropiados.
Existe una amplia variedad de opciones de tratamiento para las personas con la enfermedad de Bowen, incluyendo quimioterapia tópica, crioterapia, curetaje, terapia fotodinámica y cirugía. La mayoría de las terapias tienen una excelente tasa de respuesta y el pronóstico de la enfermedad de Bowen en la mayoría de los casos es excelente. La respuesta a una terapia concreta puede variar: lo que funciona en una persona puede ser menos eficaz en otra. Un plan de tratamiento para la enfermedad de Bowen se adaptará a un paciente en función de lo que sea mejor para su caso individual.
Algunas personas pueden optar por no recibir tratamiento (observar y esperar). Observar y esperar se refiere a cuando los médicos siguen a un paciente con un trastorno de crecimiento lento sin darle tratamiento hasta que se produzca la progresión de la enfermedad. Esto permite a algunas personas evitar someterse a dichas terapias durante muchos años. Los pacientes de edad avanzada con una lesión de crecimiento lento en una zona en la que la cicatrización puede ser deficiente (por ejemplo, en la parte inferior de la pierna) son candidatos a observar y esperar.
La quimioterapia tópica consiste en la aplicación de cremas aplicadas directamente sobre la lesión. Dos medicamentos tópicos comunes utilizados para tratar la enfermedad de Bowen son el 5-fluorouracilo y el imiquimod al 5%. Estos tratamientos pueden utilizarse solos o junto con otras terapias. El 5-fluorouracilo actúa destruyendo las células cutáneas anormales. Por lo general, las personas afectadas se aplican la crema una o dos veces al día durante al menos dos semanas, si no mucho más.
El imiquimod al 5% se utiliza generalmente para las lesiones de la parte inferior de las piernas, las lesiones más grandes y la variante de eritroplasia de Queyrat de la enfermedad de Bowen.
Muchos individuos con la enfermedad de Bowen pueden optar por la extirpación quirúrgica de una lesión. La extirpación quirúrgica directa en la que se corta la lesión y se cierra la herida con suturas puede ser utilizada. La extirpación quirúrgica de una lesión tiene mucho éxito, pero dejará una cicatriz quirúrgica.
Por lo general, no se requiere un tipo específico de cirugía llamada cirugía micrográfica de Mohs, pero ocasionalmente puede recomendarse para algunos individuos con enfermedad de Bowen, especialmente aquellos con lesiones más grandes, lesiones recurrentes en la cabeza y el cuello o lesiones que se encuentran en áreas que requieren la mayor preservación del tejido posible, por ejemplo, alrededor de la uña. Con esta cirugía, el cirujano utiliza una técnica precisa para eliminar el tejido enfermo capa por capa. Según la literatura médica, la cirugía de Mohs tiene la tasa de curación más alta de todas las opciones de tratamiento.
La crioterapia también puede utilizarse para tratar la enfermedad de Bowen. La crioterapia es el uso de frío extremo para congelar y destruir el tejido y las células de las lesiones cutáneas. La crioterapia es una opción de tratamiento mínimamente invasiva. Con la crioterapia se aplica una sustancia congelante, como el nitrógeno líquido o el gas argón, directamente sobre la lesión. La crioterapia es más eficaz para lesiones únicas o pequeñas.
Otro procedimiento quirúrgico utilizado para tratar a personas con la enfermedad de Bowen es el legrado con cauterio/electrocauterio. Con el legrado, la lesión se raspa de la piel. El procedimiento suele realizarse con anestesia. En algunos casos, el legrado puede ir seguido de una cauterización, en la que la lesión se quema con una carga eléctrica. Este procedimiento puede tener que repetirse en algunos casos y suele dejar una pequeña cicatriz blanca.
Terapia fotodinámica, un procedimiento en el que se utiliza un fármaco conocido como fotosensibilizador junto con un tipo especial de luz roja, para tratar a algunos individuos con enfermedad de Bowen que tienen lesiones grandes o múltiples. Durante la terapia fotodinámica, el fármaco se administra al individuo afectado y es absorbido por las células afectadas. Se utiliza una longitud de onda específica de luz para activar el fármaco, que se une al oxígeno creando una sustancia química que destruye las células afectadas.
En el pasado, se solía utilizar la radiografía o la terapia de radiación (radioterapia) para tratar a los individuos con la enfermedad de Bowen, especialmente a los individuos que no eran buenos candidatos para la cirugía o que tenían múltiples lesiones. No se recomienda la radioterapia en personas con lesiones en las piernas debido a la mala cicatrización de las heridas en esa zona. La radioterapia se utiliza hoy en día con menos frecuencia que en el pasado para el tratamiento de la enfermedad de Bowen.
Prevención
La medida más importante para reducir el riesgo de la enfermedad de Bowen es limitar o evitar el exceso de exposición al sol. La ropa protectora, la protección solar, evitar las camas de bronceado y otras medidas pueden tomarse para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Bowen.