Cinco componentes del marco COSO que debe conocer
¿Qué significa COSO?
En 1992, el Comité de Organizaciones Patrocinadoras de la Comisión Treadway (COSO) desarrolló un modelo para evaluar los controles internos. Este modelo ha sido adoptado como el marco generalmente aceptado para el control interno y es ampliamente reconocido como el estándar definitivo con el que las organizaciones miden la eficacia de sus sistemas de control interno.
¿Qué es el marco COSO?
El modelo COSO define el control interno como «un proceso efectuado por el consejo de administración de una entidad, la dirección y otro personal, diseñado para proporcionar una seguridad razonable sobre la consecución de los objetivos en las siguientes categorías:
- Eficacia y eficiencia operativa
- Fiabilidad de la información financiera
- Cumplimiento de las leyes y reglamentos aplicables
En un sistema de control interno eficaz, los siguientes cinco componentes trabajan para apoyar el logro de la misión, las estrategias y los objetivos empresariales relacionados de una entidad:
- Entorno de control
- Ejercer la integridad y los valores éticos.
- Asumir un compromiso de competencia.
- Utilizar el consejo de administración y el comité de auditoría.
- Facilitar la filosofía y el estilo de funcionamiento de la dirección.
- Crear una estructura organizativa.
- Asignar autoridad y responsabilidad.
- Utilizar políticas y procedimientos de recursos humanos.
- Evaluación de riesgos
- Crear objetivos a nivel de empresa.
- Incorporar objetivos a nivel de procesos.
- Realizar la identificación y análisis de riesgos.
- Gestionar el cambio.
- Actividades de control
- Seguir políticas y procedimientos.
- Mejorar la seguridad (aplicación y red).
- Realizar la gestión del cambio de la aplicación.
- Planificar la continuidad del negocio/respaldos.
- Realizar la externalización.
- Información y comunicación
- Medir la calidad de la información.
- Medir la eficacia de la comunicación.
- Supervisión
- Realizar una supervisión continua.
- Realizar evaluaciones independientes.
- Informar de las deficiencias.
Estos componentes trabajan para establecer la base de un control interno sólido dentro de la empresa a través de un liderazgo dirigido, valores compartidos y una cultura que enfatiza la responsabilidad del control. Los diversos riesgos a los que se enfrenta la empresa se identifican y evalúan de forma rutinaria a todos los niveles y dentro de todas las funciones de la organización. Las actividades de control y otros mecanismos se diseñan de forma proactiva para abordar y mitigar los riesgos significativos. La información crítica para identificar los riesgos y cumplir los objetivos empresariales se comunica a través de los canales establecidos en toda la empresa. Todo el sistema de control interno se supervisa continuamente, y los problemas se abordan oportunamente.