Cuál es mejor: terapia de reemplazo de testosterona bioidéntica vs. tradicional
Con toda la atención de los medios de comunicación sobre los hombres y la baja testosterona (T baja), probablemente ha tenido su cuota de hombres preguntando sobre la T baja y la terapia de reemplazo de testosterona. Incluso puede haber tenido algunos de sus pacientes masculinos preguntando si la terapia de reemplazo de testosterona bioidéntica es mejor que la forma sintética tradicional.
«Antes de recetar cualquiera de los dos, es importante mantener una conversación con el paciente sobre los beneficios y los riesgos de la terapia de reemplazo de testosterona y determinar si realmente cumple los requisitos», dice Christopher Deibert, MD, urólogo de Nebraska Medicine.
Una vez que los hombres llegan a los 40 años, la mayoría experimentará un pequeño descenso en la producción de testosterona cada año después de los 40. Sin embargo, sólo alrededor del 15 por ciento de los hombres experimentarán una caída de los niveles que sea clínicamente significativa y requiera tratamiento.
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Los síntomas que pueden apuntar a una baja T incluyen: baja motivación, disminución de la resistencia y la energía, bajo deseo sexual, depresión, sofocos, pérdida de masa muscular y cambios de humor. Los hombres que son obesos o tienen otras enfermedades crónicas tienen un mayor riesgo de experimentar descensos más significativos.
Un análisis de sangre puede confirmar sus sospechas. La parte inferior del rango normal de testosterona total de un hombre es de unos 300 nanogramos por decilitro (ng/dL) y el límite superior es de unos 800ng/dL, dependiendo del laboratorio.En general, los niveles inferiores a 300 combinados con síntomas son indicadores de una deficiencia de testosterona.
Si un paciente no es diagnosticado y tratado adecuadamente, la terapia de reemplazo de testosterona puede causar coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, toxicidad cardíaca o hepática. También puede elevar el recuento de glóbulos rojos de un hombre, aumentar el tamaño de sus pechos y acelerar el crecimiento de la próstata.
«Los hombres con cáncer de próstata tratado o sin tratar no deben utilizar la terapia de testosterona a menos que se hayan discutido los riesgos y beneficios en profundidad», dice el Dr. Deibert. «Aunque algunas de las asociaciones entre el reemplazo de testosterona y la salud de la próstata están siendo cuestionadas, nuestro grupo cree que es seguro cuando se proporciona por las razones apropiadas y se supervisa cuidadosamente», dice el Dr. Deibert.
Las terapias de reemplazo que no deberían utilizarse incluyen los potenciadores de testosterona de venta libre y las terapias bioidénticas -ninguna de las cuales está regulada.
«Algunos de los anuncios sobre los bioidénticos le harían creer que son más naturales y, por tanto, más seguros», dice el Dr. Deibert. «Pero simplemente no es así».
Los bioidénticos se denominan «naturales» porque se derivan de fuentes vegetales o animales y no se crean en un laboratorio. Sin embargo, la mayoría de estos productos se someten a un procesamiento significativo en un laboratorio para llegar a la forma final, explica el Dr. Deibert. Los sustitutos sintéticos, por otro lado, están hechos de productos químicos y compuestos en un laboratorio que imitan la misma estructura y composición química de las hormonas producidas por el cuerpo.
El proceso de extracción que conllevan los bioidénticos puede dar lugar a una variabilidad del 20 por ciento o más en la potencia real de la testosterona. Las terapias bioidénticas también afirman que pueden personalizar su dosis basándose en sus necesidades únicas utilizando una prueba de saliva. Sin embargo, los niveles hormonales en la saliva no reflejan los niveles en la sangre.
«Debido a esta variabilidad y al hecho de que no hay datos que demuestren que son más seguros, yo no recomendaría los productos bioidénticos», dice el doctor Deibert. «Suelo ver entre ocho y diez pacientes a la semana con un nivel bajo de testosterona y la mayoría de estos hombres tendrán una muy buena mejoría sintomática cuando son tratados adecuadamente con una terapia de sustitución de testosterona sintética.»