Diagnóstico de la columna vertebral: Estudios de conducción nerviosa
Acerca del diagnóstico de la columna vertebral: estudios de conducción nerviosa
Un estudio de conducción nerviosa suele realizarse junto con una electromiografía (EMG). El estudio de conducción nerviosa estimula nervios específicos y registra su capacidad para enviar el impulso al músculo. El estudio puede mostrar dónde hay un bloqueo de la vía nerviosa.
Los estudios de conducción nerviosa se realizan para:
- Encontrar y evaluar el daño en todos los nervios que se alejan del cerebro y la médula espinal hasta los nervios más pequeños que se ramifican de ellos
- Ayudar a diagnosticar trastornos nerviosos, como el síndrome del túnel carpiano o el síndrome de Guillain-Barré
- Descubrir la ubicación de las sensaciones anormales, como el entumecimiento, el hormigueo o el dolor
En un estudio de conducción nerviosa, se pegan con cinta adhesiva o con un disco metálico varios electrodos planos sobre la piel. Un electrodo emisor de descargas se coloca directamente sobre el nervio a estudiar. Un electrodo de registro se coloca sobre los músculos a los que llega ese nervio. Se envían varios impulsos eléctricos breves al nervio. Cuando se aplica el pulso eléctrico, sentirá un breve dolor de quemazón, una sensación de hormigueo y una contracción del músculo. Es como el hormigueo que se siente cuando se frotan los pies en la alfombra y luego se toca un objeto metálico. La prueba puede ser bastante incómoda y pone nerviosas a algunas personas. Tenga en cuenta que sólo se utiliza una corriente eléctrica de muy bajo voltaje. Cada pulso es muy breve (menos de un milisegundo).
Se registra el tiempo que tarda el músculo en contraerse en respuesta al pulso eléctrico. La velocidad de la respuesta se denomina velocidad de conducción. Los nervios correspondientes del otro lado del cuerpo pueden estudiarse para su comparación.
Los estudios de conducción nerviosa suelen realizarse antes de un EMG si se realizan ambas pruebas. Las pruebas de conducción nerviosa duran entre 15 minutos y una hora o más, dependiendo del número de zonas que se estudien.
Los estudios de conducción nerviosa muestran si los nervios transmiten impulsos eléctricos a los músculos o a los nervios sensoriales a velocidades normales (velocidades de conducción). Los nervios sensoriales permiten al cerebro responder al dolor, al tacto, a la temperatura y a la vibración. Los distintos nervios tienen diferentes velocidades de conducción normales. Las velocidades de conducción de los nervios también tienden a disminuir a medida que la persona envejece. Las velocidades de conducción más lentas también pueden estar causadas por una lesión o un daño en un nervio (como el síndrome del túnel carpiano) o en un grupo de nervios (como el síndrome de Guillain-Barré o el síndrome post-polio).