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¿Es posible reabrir un piercing cerrado?

Querido lector,

El popular fenómeno del bricolaje se aplica bien en muchas circunstancias, como aprender a recortar tus puntas abiertas o hacer un dobladillo a un par de vaqueros; sin embargo, cuando se trata de un piercing, es probable que los riesgos superen los beneficios. Intentar perforar o volver a perforar la piel fuera de una tienda de piercing profesional se considera un asunto arriesgado. La ausencia de un entorno estéril, un equipo adecuado y la formación y experiencia de un perforador profesional pueden provocar infecciones, daños en los nervios y pérdidas de sangre. Dado que has intentado varias veces insertar el pendiente en una de tus orejas sin suerte, probablemente sea el momento de acudir a un profesional. En tu caso, la buena noticia es que uno de tus pendientes pasó con facilidad: ¿quizás te hagan un descuento del 50 por ciento?

Los datos de las encuestas han demostrado que aproximadamente la mitad de los piercings caseros acaban necesitando atención médica. Si el instrumento de perforación no se esteriliza o no se coloca correctamente, puede introducir bacterias, dañar permanentemente los nervios o provocar hemorragias graves. Sólo los profesionales capacitados saben exactamente cómo esterilizar sus instrumentos y evitar los vasos sanguíneos y los nervios para minimizar el dolor y el riesgo.

Para otros lectores que tengan un problema similar, hay algunas técnicas que puedes utilizar para determinar si necesitarás asistencia profesional. Antes de intentar introducir un pendiente en un piercing posiblemente cerrado, dúchate o báñate para ablandar la piel con agua. Lubrica la oreja con alguna pomada no antibiótica, para mantener la maleabilidad. A continuación, estira el lóbulo de la oreja para maximizar el tamaño y reducir el grosor del agujero del piercing. Experimenta cuidadosamente con diferentes ángulos e intenta hacer pasar el pendiente por el agujero desde la parte posterior del lóbulo de la oreja con una suave presión. Si el pendiente no pasa con una cantidad razonable de fuerza (medida por el dolor, o si el agujero está tan cerrado que hace que el poste del pendiente se doble), lo más probable es que tenga que ponerse en contacto con un profesional para volver a perforar.

Independientemente de que hayas conseguido atravesar el poste del pendiente o no, cuida adecuadamente la zona para evitar infecciones. Limpia la zona con jabón antibacteriano y agua tibia, mantén las manos alejadas del lugar y evita los productos para el cabello y el maquillaje en polvo el mayor tiempo posible. Si experimenta algún dolor, hinchazón o irritación que dure más de 48 horas, acuda a su médico para que le dé tratamiento. Mantenga las joyas puestas hasta que pueda ver a su proveedor de atención médica para que el piercing no se cierre y atrape la infección bajo la piel.

Si es capaz de pasar los postes de los pendientes sin dolor o coacción significativos, considere dejarlos durante seis a ocho semanas (idealmente, de varios meses a un año) para asegurarse de que los piercings no se cierren de nuevo. Esto dará a tus células epiteliales la oportunidad de cicatrizar alrededor de la circunferencia del agujero del piercing. Después de eso, intenta no pasar más de uno o dos días sin llevar pendientes hasta que el piercing esté completamente curado – normalmente alrededor de un año después del uso regular de pendientes.

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