La gata sobre el tejado de zinc caliente
Brick está tomando una ducha en el dormitorio que comparte con su esposa, Maggie. Mientras se desviste, Maggie se queja de que su hermano Gooper y su esposa Mae han estado haciendo que sus monstruosos hijos actúen para Big Daddy, recordándole incesantemente su propia falta de hijos. Ahora que papá se está muriendo de cáncer, Mae y Gooper intentan dejarlos fuera de la herencia. Los médicos han mentido a papá y a mamá, afirmando que papá sólo sufre de colon espástico, pero esta noche se revelará la verdad.
Brick no está ayudando nada con su incesante consumo de alcohol y su muy publicitada hazaña en el campo de atletismo del instituto. Brick se rompió el tobillo saltando vallas. Maggie confía en su ventaja, ya que Big Daddy adora a Brick, aborrece a Gooper y a su mujer, y tiene una «lechada» para la propia Maggie. De repente, Maggie ve a Brick mirándola en el espejo. Llora porque sabe que se ha vuelto dura y frenética. Vivir con alguien que no la quiere la ha convertido en una «gata sobre un tejado de chapa caliente»
Fieramente Maggie cierra la puerta y corre las cortinas. Mientras intenta seducirlo, Brick le advierte que no haga el ridículo. Maggie murmura que se ha dado cuenta de su error: no debería haber confesado que hacía el amor con Skipper.
Maggie continúa y dice que el amor de Brick y Skipper era triste y horrible porque nunca pudo satisfacerse ni siquiera hablar de él. Maggie recuerda cómo en sus citas dobles en la universidad siempre parecía que los chicos salían juntos. La noche del partido de Acción de Gracias, Maggie se enfrentó a Skipper por su deseo. Él hizo un penoso intento de demostrar que estaba equivocada.
Amenazando con matarla, Brick le lanza su muleta. Maggie insiste en que ahora es su momento del mes para concebir y deben hacer el amor. Brick se pregunta cómo piensa tener un hijo con un hombre que no la soporta. Big Daddy entra ferozmente y saluda a Brick. Los sirvientes entran con la tarta de papá y comienza una grotesca cantinela. Papá ordena furiosamente a todos que se detengan. Mamá solloza diciendo que él nunca ha creído que lo amaba. «¿No sería divertido si eso fuera cierto?» murmura papá.
Papá brama por Brick. Maggie lo entrega, dándole un beso en la boca que él limpia inmediatamente. Papá le pregunta a Brick por qué le ha limpiado el beso. Mae y Gooper han dicho que no se acuesta con Maggie. Mientras Brick refresca su bebida, papá le pregunta por su problema con la bebida. Brick no puede explicarlo.
Acercando a Brick, papá recuerda su gira mundial con mamá. Cierra ansiosamente las puertas y le pregunta si Brick ha tenido alguna vez miedo de algo. Pretende soltarse y conseguir una mujer. Brick explica que no ha conseguido el clic en su cabeza que le hace ser pacífico, e intenta huir de su padre. Papá hace un trato a Brick: le dará un trago si le dice por qué bebe. Papá sabe que Brick miente, ya que empezó a beber cuando murió Skipper. Papá le pregunta si había algo «anormal» en su amistad.
Papá le responde que, como acaba de llegar del «país de la muerte», no se inmuta fácilmente. Brick insiste en que su amistad con Skipper era limpia y verdadera hasta que Maggie tuvo la idea de la que habla papá. Al lesionarse la espalda, ella le metió la idea en la cabeza a Skipper, que se convirtió en un borracho y murió. Papá sabe que no está contando toda la historia y Brick dice que Skipper le hizo una confesión borracho por teléfono y Brick le colgó. El asco de Brick por la mendacidad es el asco por sí mismo. Papá maldice a los «mentirosos moribundos» que le rodean y se va a la cama.
Mae aparece, y la familia no tarda en seguirle. Ahora que papá se ha ido a la cama, por fin pueden hablar. La familia rodea a mamá y comienza a hablarle del cáncer de papá. Mamá llama a Brick, su «único hijo». Implora a Maggie que le ayude a enderezar a Brick para que pueda hacerse cargo de la casa. Gooper protesta y dice que siempre le ha molestado el amor de papá por Brick. Gooper y Mae presentan a mamá un testamento redactado y mamá lo rechaza con disgusto.
Mamá abraza al distante Brick, rogándole que le proporcione a Big Daddy un nieto antes de morir. De repente, Maggie anuncia que ella y Brick van a tener un hijo. Sollozando, mamá huye jubilosa a contárselo a Big Daddy. Mae acusa a Maggie de mentir. Maggie da las gracias a Brick por salvarle la cara. Brick deja tres tiros, encuentra su chasquido y sale indiferente. Maggie recoge con desesperación las botellas de licor de Brick y las guarda bajo llave, negándose a soltarla hasta que él la haya saciado. Desesperada, le declara su amor. El distante Brick sólo puede responder: «¿No sería divertido si eso fuera cierto?»