La muerte de la actriz de ‘Superman’ Margot Kidder se dictamina como suicidio
En su momento, la representante de Kidder, Camilla Fluxman Pines, dijo que Kidder murió tranquilamente mientras dormía.
Un comunicado emitido el miércoles por el forense del condado de Park, Richard Wood, dijo que «murió como resultado de una sobredosis de drogas y alcohol autoinfligida» y que no se darían más detalles.
Maggie McGuane, hija de Kidder con su ex marido Thomas McGuane, dijo que sabía que su madre había muerto por suicidio en el momento en que las autoridades la llevaron a la casa de Kidder en Livingston, una pequeña ciudad cerca del Parque Nacional de Yellowstone.
«Es un gran alivio que la verdad salga a la luz», dijo. «Es importante ser abierto y honesto para que no haya una nube de vergüenza al lidiar con esto».
La muerte de Kidder es uno de los varios suicidios de alto perfil de este año que incluyen al famoso chef Anthony Bourdain y a la diseñadora de moda Kate Spade.
McGuane señaló que Montana tiene una de las tasas de suicidio más altas del país, e instó a las personas con enfermedades mentales a buscar ayuda.
«Es un tipo de duelo y dolor muy singular», dijo McGuane. «Sabiendo cuántas familias en este estado pasan por esto, desearía poder llegar a cada una de ellas.»
Kidder luchó con una enfermedad mental gran parte de su vida, y empeoró con un accidente de coche en 1990 que la dejó endeudada y la llevó a usar una silla de ruedas durante casi dos años.
Kidder y Reeve protagonizaron cuatro películas de Superman entre 1978 y 1987. También apareció en «El gran Waldo Pepper» con Robert Redford en 1975, en «Sisters» de Brian De Palma en 1973 y en «The Amityville Horror» en 1979.
Después apareció en pequeñas películas y programas de televisión hasta 2017, incluyendo «R.L. Stine’s the Haunting Hour». Recibió un premio Daytime Emmy como intérprete destacada en una serie infantil en 2015 por ese papel.
Kidder, natural de Yellowknife (Canadá), fue una activista política que fue detenida en 2011 en una protesta por el proyecto de oleoducto Keystone XL procedente de las arenas bituminosas de Canadá.
Sus últimos años de vida estuvieron marcados por los conflictos con las personas con mala suerte que acogía en su casa. Entre agosto de 2016 y su muerte en mayo, las autoridades fueron llamadas a su casa 40 veces por informes de personas que entraban sin permiso, robos y otros disturbios, según los registros de la policía.
Las llamadas incluyen respuestas de ambulancias cinco veces en siete meses, incluyendo en el momento de su muerte.
Joan Kesich, una vieja amiga que encontró el cuerpo de Kidder, dijo que Kidder no tenía miedo y siempre decía la verdad, sin importar las consecuencias.
«En sus últimos meses, era ella misma: el mismo tipo de amor, el mismo tipo de energía», dijo Kesich. «Los retos que tuvo fueron muy públicos. Quiero que lo que sé de ella salga a la luz porque fue glorioso. Era realmente una energía ardiente».