Música pop árabe
El camino hacia el estrellato árabe es muy diferente al del mundo occidental. Tradicionalmente, un productor determinado crea la canción completa, desde la música hasta la letra, sin importar el talento del intérprete. La mayor parte de la música se graba en estudios, al igual que la música pop occidental. Pero también han sido populares varios álbumes en directo, como los de Asalah y la leyenda egipcia Umm Kulthum.
Desde los años 90, la mayor parte de la música se publica en CD en formato de álbum. Los singles no se publican por separado, sino que es habitual que sólo se reproduzcan en el aire.
No existen listas de éxitos ni certificaciones oficiales debido a la naturaleza informal del negocio y al contrabando. De vez en cuando se elaboran listas de tonos, pero debido al contrabando, también son muy inexactas. Hay varios premios en diferentes países que se otorgan de diferentes maneras según sus organizaciones.
De hecho, el contrabando es tan común que la mayoría de los contrabandistas tienen sus propias marcas. Son tan atrevidos que suelen poner la información de contacto en el frontal de los CD. El contrabando es un problema tan importante que la mayoría de los artistas no pueden depender de los derechos de autor para obtener ingresos. La mayor parte de los ingresos musicales reales proceden de las descargas de tonos, que están más extendidas que en Occidente. Otros ingresos proceden de acuerdos de patrocinio y actuaciones en directo.
Las actuaciones en directo se negocian principalmente a través de la discográfica. Esto incluye los conciertos públicos, como los que se celebran en estadios o en grandes eventos mediáticos. Sin embargo, las actuaciones en bodas y fiestas privadas son habituales y están bien pagadas, independientemente del nivel de fama del artista.
Los canales de televisión de música y los programas musicales como Arabs Got Talent son populares en Oriente Medio y el norte de África, donde existen unos 40 canales de música árabe. Rotana es la empresa más popular, ya que gestiona seis canales de televisión, un sello discográfico y una lista de más de 100 de los principales artistas pop árabes.
El lado del negocioEditar
Hay grandes diferencias entre el negocio de la música occidental y el de la música árabe.
A diferencia de lo que ocurre en Occidente, rara vez hay managers, agentes o sistemas de relaciones públicas. Los sellos discográficos suelen ser megacorporaciones que controlan los vídeos musicales, los canales de música y la distribución, así como las carreras de los artistas, como los acuerdos de patrocinio o la contratación de conciertos. Los vídeos musicales suelen ser similares a los del mundo occidental, a menudo con un argumento y escenas de baile. Los productores, escritores de canciones y compositores suelen estar afiliados a determinadas discográficas. Un aspirante a cantante árabe crea una maqueta de vídeo y la envía a los canales por satélite especializados en ese ámbito. Luego depende de una discográfica que los vea en dicho programa y los contrate.
Por medio de Internet y los medios sociales, la cooperación regional entre músicos, productores y estudios de pop árabe es más factible que nunca. Así, los músicos árabes de pop o incluso underground pueden llegar a su público en toda la región y más allá.