Mosca Verde de la Botella
Comportamiento y Hábitat de la Mosca Verde de la Botella
La Mosca Verde de la Botella es carroñera y forma parte del proceso de descomposición. Ponen una masa de hasta 180 huevos en heridas, cadáveres o tejido necrótico. Las larvas, de color amarillo pálido o blanco grisáceo, eclosionan en medio día o tres días y comienzan a alimentarse de la materia animal en descomposición en la que han nacido. Están completamente desarrolladas en dos a diez días, cuando buscarán el suelo (en el que excavarán) para pupar. Los adultos emergen para aparearse, comenzando de nuevo el ciclo. Durante el tiempo frío, las pupas y los adultos pueden hibernar hasta que las temperaturas más cálidas los reanimen. La mosca verde de la botella es poiquilotérmica, lo que significa que su desarrollo y tamaño dependen directamente de la temperatura en el momento de su desarrollo. Pone sus huevos casi exclusivamente en la carne muerta o en descomposición. Suele ser el primer insecto atraído por un cadáver fresco, a veces a los pocos minutos de su muerte. Los gusanos de estas moscas son utilizados por los entomólogos forenses para establecer la hora de la muerte. Los gusanos de la mosca verde de la botella también se utilizan para el tratamiento de heridas humanas en las que no se produce la cicatrización. Los gusanos se colocan en la herida para promover el crecimiento de nuevo tejido, lo que ocurre porque los gusanos se alimentan del tejido muerto y de las bacterias de la herida, pero también porque los gusanos producen una enzima antimicrobiana para prevenir futuras infecciones.