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NASP: La Asociación Nacional de Psicólogos Escolares

Los niños mentalmente sanos tienen más éxito en la escuela y en la vida. Una buena salud mental es fundamental para el éxito de los niños en la escuela y en la vida. Las investigaciones demuestran que los estudiantes que reciben apoyo socio-emocional y de salud mental obtienen mejores resultados académicos. También mejoran el clima escolar, el comportamiento en el aula, el aprendizaje por tareas y la sensación de conexión y bienestar de los estudiantes. La salud mental no es simplemente la ausencia de enfermedades mentales, sino que también abarca la salud social, emocional y conductual y la capacidad de afrontar los retos de la vida. Si no se atienden, los problemas de salud mental están relacionados con costosos resultados negativos, como problemas académicos y de conducta, abandono escolar y delincuencia.

Hay una necesidad creciente e insatisfecha de servicios de salud mental para niños y jóvenes. Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, uno de cada cinco niños y adolescentes experimenta un problema de salud mental durante sus años escolares. Algunos ejemplos son el estrés, la ansiedad, el acoso escolar, los problemas familiares, la depresión, los problemas de aprendizaje y el abuso de alcohol y sustancias. Los problemas graves de salud mental, como los comportamientos autolesivos y el suicidio, están aumentando, especialmente entre los jóvenes. Por desgracia, se calcula que hasta el 60% de los estudiantes no reciben el tratamiento que necesitan debido a la estigmatización y la falta de acceso a los servicios. De los que sí reciben ayuda, casi dos tercios lo hacen sólo en la escuela.

Las escuelas son un lugar ideal para proporcionar servicios de salud mental a niños y jóvenes. Prácticamente todas las comunidades tienen una escuela y la mayoría de los niños pasan allí al menos 6 horas al día. Las escuelas ofrecen un contexto ideal para la prevención, la intervención, el desarrollo positivo y la comunicación regular entre la escuela y las familias. Los profesionales que trabajan en las escuelas, como los psicólogos escolares, los consejeros escolares, los trabajadores sociales escolares y las enfermeras escolares, conocen a los estudiantes, a los padres y al resto del personal, lo que contribuye a la accesibilidad de los servicios. De hecho, las investigaciones han demostrado que es más probable que los estudiantes busquen asesoramiento cuando los servicios están disponibles en las escuelas. En algunos casos, como en las zonas rurales, las escuelas proporcionan los únicos servicios de salud mental en la comunidad.

Los servicios de salud mental en las escuelas apoyan la misión y el propósito de las escuelas: el aprendizaje. Todos los servicios que se prestan en las escuelas deben ser adecuados al entorno de aprendizaje; los que no lo son corren el riesgo de ser ineficaces o incluso contraproducentes. Al igual que los niños no son simplemente adultos pequeños, las escuelas no son simplemente clínicas privadas con pizarras. Estar capacitado para trabajar dentro de esta cultura es esencial para ser eficaz (y rentable).

Los profesionales de la salud mental empleados en las escuelas están especialmente capacitados para prestar servicios en el contexto del aprendizaje. Los consejeros escolares, los psicólogos escolares y los trabajadores sociales escolares prestan la gran mayoría de los servicios escolares. Están especialmente formados en el funcionamiento del sistema escolar y en el aprendizaje, así como en la forma en que el comportamiento y la salud mental de los estudiantes influyen en su capacidad para tener éxito en la escuela. Las áreas de experiencia incluyen, pero no se limitan a: la ley de educación, el plan de estudios y la instrucción, la gestión del aula y del comportamiento, el asesoramiento individual y de grupo, los problemas de aprendizaje, la seguridad escolar y la respuesta a las crisis, la disciplina efectiva, la competencia cultural y la consulta con los educadores, las familias y los proveedores de la comunidad.

Los servicios de salud mental en la escuela son esenciales para crear y mantener escuelas seguras. Un mayor acceso a los servicios y apoyos de salud mental en las escuelas es vital para mejorar la seguridad física y psicológica de nuestros estudiantes y escuelas, así como el rendimiento académico y las habilidades de resolución de problemas. Los apoyos a la salud mental en las escuelas que abarcan el aprendizaje socio-emocional, el bienestar mental, la resiliencia y las conexiones positivas entre los estudiantes y los adultos son esenciales para crear una cultura escolar en la que los estudiantes se sientan seguros y capacitados para informar sobre sus preocupaciones de seguridad, lo que ha demostrado ser una de las estrategias de seguridad escolar más eficaces. Además, después de una crisis, los profesionales de la salud mental empleados en la escuela proporcionan apoyos que facilitan la vuelta a la normalidad, son sostenibles y pueden ayudar a identificar y trabajar con los estudiantes con necesidades más intensas o continuas.

Proporcionar un continuo de servicios de salud mental en la escuela es fundamental para abordar eficazmente la amplitud de las necesidades de los estudiantes. Los servicios integrales de salud mental son más eficaces cuando se prestan a través de un sistema de apoyos de varios niveles (MTSS) pero con profesionales de la salud mental contratados por la escuela. El MTSS abarca la continuidad de las necesidades, lo que permite a las escuelas promover el bienestar mental de todos los estudiantes, identificar y abordar los problemas antes de que se agraven o se conviertan en crónicos, y proporcionar servicios cada vez más intensivos y basados en datos para los estudiantes individuales, según sea necesario. El acceso a una dotación adecuada de profesionales de la salud mental empleados en la escuela es esencial para la calidad y la eficacia de estos servicios.

La colaboración entre la escuela y la comunidad es fundamental para proporcionar la continuidad completa de los servicios de salud mental. Satisfacer la totalidad de las necesidades de los estudiantes también depende de la colaboración entre las escuelas y los proveedores de salud mental de la comunidad. Normalmente, los proveedores comunitarios ofrecen servicios complementarios o intensivos que van más allá de las capacidades de la escuela. Un enfoque de MTSS facilita la colaboración eficaz, al tiempo que garantiza que los servicios prestados en la escuela sean adecuados al contexto de aprendizaje y que los que se prestan fuera del horario escolar estén debidamente vinculados al entorno escolar y reciban el apoyo necesario. Las asociaciones son más eficaces cuando son coordinadas por profesionales de la salud mental contratados por la escuela, se definen mediante memorandos de entendimiento claros y refuerzan la apreciación de la contribución única de cada grupo para crear una prestación de servicios más fluida y completa. Esto no sólo reduce las lagunas, la redundancia y el conflicto, sino que también reduce el estrés en las familias y apoya sus funciones como cuidadores principales y responsables del desarrollo de sus hijos.

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