Por qué necesitas practicar el pensamiento divergente
Como escribí en La guía no obvia para ser más creativo, sin importar dónde trabajes, «el pensamiento divergente nos ayuda a generar muchas ideas nuevas, a imaginar, a ser originales, a hacer preguntas para detectar problemas, a buscar patrones, a hacer conexiones inesperadas, a imaginar y a ver las cosas desde una variedad de perspectivas»
El pensamiento divergente es de naturaleza ideacional o visionaria. Implica una rigurosa gimnasia mental que conduce a soluciones inesperadas. El pensamiento divergente estimula nuestros pensamientos más allá de lo que existe, abriendo la puerta del pensamiento para considerar nuevas posibilidades.
Converge: Analizar ideas y formar soluciones
El pensamiento convergente complementa al pensamiento divergente. Podemos tomar todas las ideas y conexiones generadas durante la divergencia y sondearlas. El pensamiento convergente incluye el juicio. Sopesamos las opciones dentro de un conjunto fijo de información. Consideramos nuestra situación particular, observamos nuestras metas y objetivos, analizamos la información que tenemos ante nosotros y decidimos qué hacer en esas circunstancias.
La mayoría de nosotros tenemos una buena práctica de pensamiento convergente. Gran parte de la escuela, especialmente con el crecimiento de los exámenes estandarizados, nos entrena casi exclusivamente en el pensamiento convergente. A medida que el uso de estas pruebas ha aumentado y se ha vuelto más presionado, los profesores han ajustado sus estilos de enseñanza para que coincidan con ellas. Los distritos compran planes de estudio con guiones para alinearse con el contenido de los exámenes, y a muchos profesores se les exige que lean directamente de los planes de clase sin divergir.
Aún más que antes, el pensamiento convergente domina en nuestras aulas. ¡Estudios recientes demuestran que esto ocurre ya en la etapa preescolar! Basta con decir que estamos impregnados de pensamiento convergente desde una edad muy temprana. Aun así, podemos mejorar su uso como compañero del pensamiento divergente.
Para tener verdadera creatividad -la forma más robusta de pensamiento- debemos tener tanto el pensamiento divergente como el convergente. Algunas personas se inclinan más por el pensamiento divergente y otras prefieren el convergente. Esto es algo bueno, porque, como he dicho antes, necesitamos ambos. Necesitamos personas que se apasionen por ir más allá de la realidad actual para encontrar nuevas posibilidades, y también necesitamos personas que se apasionen por trabajar en los detalles analíticos para elaborar soluciones sólidas.
El problema es que la convergencia es una fuerza casi irresistible que tiende a dominar nuestras vidas y el mundo.
No dejes que la convergencia se apodere de tu mundo
El pensamiento convergente en sí mismo no es algo malo, por supuesto. Como se ha mencionado, es el compañero esencial del pensamiento divergente para lograr la cognición verdaderamente robusta que es la creatividad. Pero cuando el pensamiento divergente se ve comprometido y la convergencia toma el control, el declive es inminente.
Una definición de «converger» es: cambiar gradualmente para llegar a ser similar o desarrollar algo en común. Como humanos, nuestra necesidad innata de pertenencia nos hace más aptos para adoptar una mentalidad de convergencia. Esto es cierto en todos los microcosmos de la sociedad, desde las familias hasta las escuelas, pasando por los equipos y las empresas. La cultura del grupo ejerce presión sobre la singularidad del individuo.
La convergencia es la forma en que se desarrollan las tradiciones, cómo los grupos encuentran cohesión y cómo algunas personas empiezan a parecerse a sus perros. (¡Probablemente haya una explicación mucho más científica para esto último!) Pero piénsalo. Si todos continuamos cambiando hacia un punto particular de similitud, de repente, nos transformamos juntos en una mancha gigante de pensamiento y acción.
Cuando ya no somos capaces de pensar por nosotros mismos porque estamos tan entrelazados con el grupo, perdemos la capacidad de encontrar nuevas soluciones. El núcleo de tantos problemas en el mundo es la falta de pensamiento divergente, la falta de considerar las nuevas posibilidades que nos saquen de los atolladeros.
Equilibra tu pensamiento para ser más creativo
Cuando la convergencia se impone, mata a la divergencia poco a poco hasta que nos encontramos desequilibrados desde el punto de vista del pensamiento. En el trabajo, esto se manifiesta como apatía e insatisfacción. Cuando nos proponemos mejorar nuestra creatividad, realineamos nuestro equilibrio; utilizar tanto el pensamiento divergente como el convergente es algo natural para los seres humanos. El pensamiento equilibrado equilibra a los individuos y éstos, a su vez, alimentan los ecosistemas alejándose de la decadencia y acercándose a la posibilidad.
3 formas de mejorar el pensamiento divergente
Todos somos bastante buenos en el pensamiento convergente. Pero nuestro pensamiento divergente tiende a disminuir con el tiempo. Aquí hay tres consejos de La guía no obvia para ser más creativo, sin importar dónde trabaje, para ayudarle a desarrollar su pensamiento divergente.
1. Haz crecer tu flexibilidad de pensamiento: Minimiza la basura. Lauren Singer se ha replanteado todo su estilo de vida para poder contener la basura de todo un año en un pequeño tarro de cristal. Y sí, señoras, eso significa que incluso ha encontrado una alternativa a esos divertidos productos femeninos mensuales.
¿Cuáles son las cinco cosas no obvias que puedes hacer hoy para reducir tu propia basura? Echa un vistazo a la web Trash Is for Tossers de Singer o a su feed de Instagram del mismo nombre para inspirarte. Aunque a ella se le ocurran las ideas, hace falta flexibilidad para que las uses.
2. Libera tu pensamiento: Haz las cosas de forma diferente. Desarrolla tu libertad haciendo las cosas de forma diferente. Cuáles son tres cosas que su organización hace ahora porque «siempre lo hemos hecho así»? Elija una y piense y pruebe un enfoque alternativo.
3. Amplíe su pensamiento: Responde como un actor de improvisación. Imagina que, en medio de una escena de improvisación, un actor le dijera al otro: «¡No debías decir eso!» o «¡No uses esa línea!». La herramienta secreta de éxito del actor de improvisación es mantenerse en una mentalidad de «Sí, y….» Tiene que decir que sí a lo ridículo y seguir con ello para terminar bien la escena. Hoy, practica responder a las ideas de la gente con «Sí, y….». Repite mañana.