Síntomas y signos de la artrosis
La artritis puede causar una amplia gama de síntomas, como dolor, hinchazón y rigidez. La gravedad de los síntomas de la artritis no está directamente asociada a la extensión del daño articular, especialmente en las primeras fases de la artrosis.1 Una radiografía puede mostrar una degeneración articular leve, y la articulación puede causar un dolor notable o no presentar ningún síntoma.
Incluso en sus fases más avanzadas, los síntomas de la artrosis son imprevisibles. Es posible tener «artrosis hueso sobre hueso» y tener síntomas leves o no tenerlos. No está claro por qué existen estas diferencias.
Esta página ofrece una descripción detallada de los posibles signos y síntomas de la artrosis.
Dolor articular por osteoartritis
Los dolores articulares por osteoartritis que se han reportado van desde sordos y dolorosos hasta agudos y punzantes. El dolor puede empeorar durante el movimiento. También es posible que el dolor disminuya durante la actividad y que empeore después de terminar la actividad, a medida que las articulaciones se enfrían.
A medida que los síntomas progresan, el dolor puede sentirse casi constantemente. Además, la articulación puede sentirse dolorosa cuando se presiona la piel sobre ella (sensibilidad).
Dolor referido
Aunque el dolor de la artrosis suele sentirse en la articulación afectada, es posible que el dolor se refiera a otras zonas del cuerpo. Por ejemplo, la artrosis de cadera puede provocar dolor en la rodilla.
Otros signos y síntomas de la artrosis
Aunque el dolor puede ser lo más notable, existen otros signos y síntomas característicos y de la artrosis. Estos incluyen:
Rigidez articular
Un marcador común de la artrosis es la rigidez en la articulación. La rigidez puede ser más notable a primera hora de la mañana o después de un período prolongado de inactividad (como estar sentado en un coche o en un avión). La rigidez suele resolverse en 30 minutos de actividad ligera, que puede calentar las articulaciones.
Pérdida de amplitud de movimiento
Si bien las articulaciones rígidas pueden calentarse y recuperar toda su amplitud de movimiento, no siempre es así. Es posible que las articulaciones pierdan flexibilidad. La pérdida de amplitud de movimiento puede estar causada por espolones óseos u otros cambios en los tejidos.
Hinchazón
La articulación puede hincharse debido a la acumulación excesiva de líquido. Este tipo de hinchazón se denomina clínicamente derrame. Si la hinchazón es de moderada a grave, la articulación también puede estar caliente al tacto.
Rechinamiento o crujido (crepitación)
A medida que las superficies de una articulación artrósica se degeneran, ya no se mueven suavemente entre sí. La articulación puede producir una sensación de crujido o chirrido al doblarse y enderezarse y/o emitir sonidos, como crujidos o chasquidos.
Cualquier chirrido, chirriante, crujido o estallido que se produzca al mover una articulación se denomina crepitación. El crepitante no siempre es un signo de artritis y no es motivo de preocupación a menos que haya dolor u otros síntomas.
Vea ¿Qué es el crepitus?
Espolones óseos
La fricción y la presión entre los huesos de una articulación pueden provocar la degeneración del hueso y el crecimiento de espolones óseos. Los espolones óseos son una señal de que el hueso está intentando crecer nuevo tejido y curarse a sí mismo.
El término médico para los espolones óseos es osteofitos. Los espolones óseos pueden ser visibles en radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas.
Aunque los espolones óseos son un signo de artritis, también son un signo normal de envejecimiento. Casi todo el mundo desarrolla espolones óseos a la edad de 50 o 602,3 y no necesariamente causan dolor.
Pérdida de función
Además de una pérdida de la amplitud de movimiento, otros cambios pueden hacer más difícil que la articulación funcione como antes. La articulación puede bloquearse ocasionalmente o ser incapaz de soportar la tensión o el esfuerzo.
Por ejemplo, un hombro artrósico puede hacer más difícil levantar un objeto por encima de la cabeza. Una cadera moderada o gravemente artrítica puede dar lugar a una cojera al caminar.
Deformidad articular
Los espolones óseos u otros cambios en la articulación pueden dar lugar a una deformidad física notable. Por ejemplo, las articulaciones artríticas de los dedos pueden agrandarse o las rodillas pueden parecer piernas arqueadas.
Uno o varios de estos signos y síntomas pueden deberse a la artrosis. Un médico que diagnostique puede determinar si el problema subyacente es la artrosis u otra enfermedad o lesión.
- 1.Jefferies, MA. Osteoartritis. En: Efthimiou P, ed. Revisión absoluta de reumatología. Springer Nature Switzerland AG; 2020; cap 15. Consultado el 15 de septiembre de 2020. https://doi.org/10.1007/978-3-030-23022-7_15
- 3.Eubanks JD, Lee MJ, Cassinelli E, Ahn NU. La artrosis facetaria lumbar precede a la degeneración discal? Un estudio postmortem. Clinical Orthopaedics and Related Research 2007; 464:184-189. doi: 10.1097/BLO.0b013e3181583d4e Como se cita en Almeer G, Azzopardi C, Kho J, Gupta H, James SL, Botchu R. Anatomía y patología de la articulación facetaria. J Orthop. 2020;22:109-117. Publicado el 8 de abril de 2020. doi:10.1016/j.jor.2020.03.058
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