Sismos de Texas

¿Terremotos en Texas?

Localizaciones de los terremotos de Texas que han reportado magnitudes superiores a M3, y que han ocurrido entre 1847 y 2012.

Para los tejanos, es importante recordar cuatro hechos esenciales sobre los terremotos. En primer lugar, los terremotos ocurren en Texas. En el último siglo ha habido más de 100 terremotos lo suficientemente grandes como para ser sentidos; sus epicentros ocurren en más de 40 de los 257 condados de Texas. Cinco de estos terremotos han tenido magnitudes entre 5 y 6, lo que los hace lo suficientemente grandes como para sentirse en una amplia zona y producir daños significativos cerca de sus epicentros.
En segundo lugar, dentro de Texas ha habido terremotos históricos que indican un peligro potencial de terremoto. Dos regiones, cerca de El Paso y en el Panhandle, deben esperar que se produzcan terremotos con magnitudes de entre 5,5 y 6,0 cada 50-100 años, e incluso es posible que se produzcan terremotos mayores. En el noreste de Texas existe un riesgo potencial de terremotos muy grandes (de magnitud 7 o superior) que podrían producirse fuera de Texas, especialmente en Oklahoma o Missouri-Tennessee. A lo largo de la costa del Golfo de Texas el peligro es generalmente bajo, pero los residentes deben ser conscientes de que pueden producirse terremotos allí, incluyendo algunos que parecen ser provocados por la producción de petróleo o gas. Sin embargo, el nivel de peligro no es cero en ningún lugar de Texas; es posible que se produzcan pequeños terremotos en casi cualquier lugar, y algunas regiones se enfrentan a posibles efectos nocivos de terremotos muy grandes y distantes.

Mapa que muestra los terremotos de origen natural, y los terremotos con epicentros activos cerca de campos de petróleo/gas o pozos de eliminación de residuos, algunos de los cuales podrían ser desencadenados por la actividad humana. Algunos terremotos aparecen en los relatos históricos, pero posiblemente sean espurios. También se indican las cuatro regiones de Texas que se analizan en este informe. Las líneas claras son los límites de los condados.

En tercer lugar, los científicos reconocen ahora que algunos terremotos de Texas pueden ser causados por la actividad humana. Unos pocos terremotos han ocurrido dentro o a lo largo de los límites de los campos de producción de petróleo y gas; los terremotos también son a veces aparentemente desencadenados por la eliminación de residuos de fluidos en pozos profundos. Por supuesto, rara vez se puede demostrar de forma inequívoca que un terremoto concreto esté causado por el hombre. Sin embargo, en algunas partes de Texas la mayoría de los epicentros de los terremotos se producen cerca de campos petrolíferos activos o pozos de inyección. A lo largo de la costa del Golfo y en el noreste de Texas se producen algunos terremotos con magnitudes entre M4 y M4,8. Afortunadamente, la gran mayoría de los yacimientos de petróleo y pozos de inyección no provocan terremotos, y la mayoría de los terremotos provocados por el hombre son pequeños e inofensivos.

En cuarto lugar, aunque Texas se enfrenta a cierto peligro de terremotos, este peligro es muy pequeño en comparación con el de muchos otros estados, como California, Missouri, Montana, Carolina del Sur y Washington, todos ellos estados que han experimentado terremotos históricos con magnitudes superiores a M7. En la mayor parte de Texas, el riesgo de terremotos también es pequeño en comparación con el riesgo atribuible a otros fenómenos naturales, como huracanes, tornados e inundaciones. Por lo tanto, no es necesario que Texas promulgue cambios radicales en las prácticas de construcción ni que adopte otras medidas drásticas para mitigar el riesgo de terremotos.
Sin embargo, los tejanos tienen que empezar a aprender sobre los terremotos. Durante el último siglo, Texas ha pasado de ser un estado escasamente poblado con una economía dominada por la agricultura a un estado económicamente diverso con varias industrias manufactureras grandes y técnicas centradas en unas pocas regiones urbanas densamente pobladas. Por razones de seguridad, economía y (en algunos casos) ley, los tejanos deben tener en cuenta el riesgo de terremotos al diseñar o ubicar diversas estructuras que son esenciales para proporcionar servicios médicos o de gestión de emergencias, estructuras que albergan procesos de fabricación sensibles o estructuras que almacenan residuos peligrosos.