Terrazas de arroz de las cordilleras filipinas
World Monuments Watch 2000 y 2010
Descendiendo por el flanco oriental de la Cordillera Central, en el corazón de Luzón, cientos de terrazas construidas por el hombre son testimonio del espíritu de cooperación y el ingenio de un pueblo que se asentó y prosperó en este accidentado entorno. Ante la escasez de recursos de tierra y suelo, estos primeros habitantes desarrollaron en el siglo XVI cuatro complejos de terrazas para el cultivo del arroz. Hoy en día, estas estructuras siguen siendo anunciadas como uno de los mejores ejemplos del mundo de tecnología de conservación del suelo. Para los indígenas ifugao que las mantuvieron a lo largo de los siglos, las terrazas simbolizan la supervivencia de su distintivo legado cultural. Este majestuoso paisaje cultural fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1995, y en 2001 se incluyó en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro debido al deterioro físico y la pérdida de los fundamentos culturales del sitio. Las terrazas siguen teniendo un uso decreciente y ahora están amenazadas por el abandono a gran escala. Las terrazas de arroz de las Cordilleras filipinas ponen de manifiesto el reto que supone conservar un entorno antaño dinámico que ha perdido tanto su función primordial para la productividad agrícola como a las personas que lo han mantenido tradicionalmente al abandonar la región para buscar otras oportunidades de empleo. Estas situaciones requieren enfoques innovadores para preservar la comunidad, así como el paisaje histórico y las estructuras artificiales relacionadas.
Desde la vigilancia
El sitio se mantuvo en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro hasta 2012. A partir de 2010, los ingresos de una nueva central hidroeléctrica donada por una asociación de empresas eléctricas de las mayores economías del mundo sostendrán un fondo para la conservación de las terrazas de arroz. Se espera que las ventas a la empresa local de distribución de energía generen 70.000 dólares anuales para este fin. Mientras tanto, se formalizó la colaboración con el sitio del Patrimonio Mundial de Cinque Terre con un acuerdo para un Programa de Hermanamiento de Intercambio y Cooperación. Las terrazas de arroz volvieron a sufrir durante el monzón de 2011, y las acciones locales han ayudado a conseguir más recursos para su conservación. En enero de 2012, el Departamento de Agricultura de Filipinas asignó 30 millones de pesos, o 700.000 dólares, para reparar las terrazas de arroz y revertir los efectos de años de erosión. Enero de 2012