Vender tus beats melódicos originales en internet puede suponer 100 mil dólares al año en tu bolsillo
Daniel Jiménez, que produce bajo el nombre de DVNNY BEATS, no quiere que la gente subestime el nivel de trabajo que supone convertirse en un buen productor. Su viaje urbano comenzó en su primer año en la Universidad de Notre Dame, cuando sus oídos captaron el «DAMN» de Kendrick Lamar, el cuarto álbum de estudio del rapero.
«Todo cambió cuando escuché ese álbum por primera vez», dijo Jiménez. «Esto me hizo apreciar los aspectos sónicos de la música más de lo que había hecho antes y alimentó una curiosidad obsesiva. En ese momento, me di cuenta de que hacer ritmos iba a ser mi pasión para toda la vida»
El camino no fue fácil, sin embargo. Desde que hizo sus primeros beats -que ahora reconoce que eran «basura»- Jiménez calcula que dedicó entre 3.000 y 4.000 horas de trabajo a producir, ver tutoriales y leer libros sobre el tema.
«Estoy seguro de que si no hubiera hecho eso , no me sentiría tan cómodo haciéndolo como ahora», dice Jiménez. «Es una locura, porque cuando empecé, pensé que podía ver un tutorial, pegar unos tambores a una melodía y dar por terminado el trabajo. Pero a medida que me fui adentrando en el tema, me di cuenta de que hay mucho más. Para mí es toda una ciencia».
Sin embargo, Jiménez ha descubierto que monetizar su música ha sido mucho más difícil que hacerla. Wesley, que cofundó Urban Masterclass para ayudar a asesorar a los creadores de ritmos, dijo que muchos de sus alumnos tienen este mismo problema porque subestiman la importancia de un marketing sólido.
«Dedica el mismo tiempo a convertirte en un mejor productor que a convertirte en un mejor vendedor», dijo Wesley. «Equilibra tu tiempo y mantente centrado en ambos lados»
También insta a los jóvenes creadores de ritmos a no tener miedo de invertir en sí mismos. Aunque los productores pueden entrar en el juego con sólo un ordenador portátil y menos de 500 dólares en equipo, Jiménez dijo que la inversión en publicidad, el acceso a los mercados en línea y los materiales de aprendizaje adicionales pueden pagar fuertes dividendos.
Con la cantidad adecuada de dedicación y práctica, Wesley y el CEO de Airbit, Khamlichi, están de acuerdo en que el negocio de convertir la pasión musical en beneficio a través de la creación de ritmos funciona.
«La compra y venta de ritmos en línea permite a los creadores de música tener una carrera en la música sin tener que apalancarse en un sello o en otros tipos de inversión y haciendo que puedas vivir en cualquier parte del mundo y seguir teniendo la capacidad de llegar a una audiencia mundial», dijo Khamlichi. «Hace que haya una comunidad que pueda apoyarse mutuamente y colaborar por un objetivo común: vender música.»
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