Articles

6 rasgos que los humanos heredaron de los peces

¿Qué tiene de pez la anatomía humana? ¡¡¡Mucho!!! Sólo hay que ver estos regalos de nuestros antepasados acuáticos.

1. Embriones

Mira de cerca cualquier embrión de mamífero, ave o anfibio: todos tienen el mismo aspecto. Esto se debe a que todos han heredado genes de un ancestro común, el pez. Durante la etapa intermedia del desarrollo -llamada período filotípico- una combinación especial de esos genes se activa, mientras que otros se desactivan. Esos genes activos se convierten en los planos de tu cuerpo.

2. Nuestra voz

Los peces no pueden hablar, pero tienen branquias, y de ahí viene nuestra voz. Al igual que los peces, los embriones humanos tienen arcos branquiales (bucles óseos en el cuello del embrión). En los peces, esos arcos forman parte del aparato branquial. Pero en los humanos, nuestros genes los dirigen en una dirección diferente. Esos arcos branquiales se convierten en los huesos de la mandíbula inferior, el oído medio y la laringe.

3. Sentido del oído

¿Cómo se convirtieron las branquias en parte del oído? Basta con mirar las pruebas fósiles. El antiguo pez Eusthenopteron vivió hace unos 370 millones de años. Pero tenía un problema: Una pequeña parte de la mandíbula -la hyomandibula- se clavó en sus branquias. Unos millones de años después, ese mismo hueso molesto formó una cavidad junto al oído de los descendientes de Eusthenopteron. Allí, comenzó a amplificar el sonido: si se viaja más lejos en el registro fósil, se verá que el hueso se había convertido en el estapo, la parte del oído que nos ayuda a oír.

4. Hernias

Las gónadas de los peces se encuentran cerca del corazón. En los embriones humanos, las gónadas se forman en lo más profundo del pecho, igual que en los peces. Sin embargo, como somos de sangre caliente, estas gónadas necesitan ir a un lugar fresco. A las 12 semanas, empiezan a descender y, en el caso de los hombres, atraviesan la pared corporal y forman los testículos. Pero al atravesar la pared corporal dejan un punto débil, por lo que es relativamente fácil que los humanos tengan hernias.

5. Dedos

Los peces no tienen dedos, pero tienen el gen que los hace posibles. En la década de 1980, los científicos descubrieron un gen especial llamado «erizo sónico», que ayuda a los animales a formar los dedos. Cuando los científicos mutaron el erizo sónico en varios animales, a todas las criaturas les crecieron aletas y dedos adicionales (las personas con polidactilismo -es decir, seis dedos- sufren una sobrecarga de erizo sónico). Un aumento del erizo sónico ayudó a los antiguos peces a arrastrarse hasta la tierra.

6. Nuestras caras

¿Sabes ese surco que tienes encima del labio superior, justo debajo de la nariz? Eso es el filtrum. Está ahí porque, cuando eras un embrión, tu cara tenía un aspecto de pez. Tus ojos empezaron en el lateral de la cabeza y tus fosas nasales y labios crecieron en la parte superior (te parecías un poco a una anguila). Al cabo de un par de meses, esos rasgos migraron: Tus ojos se apretaron hacia dentro, mientras que los labios y la nariz bajaron. La transformación dejó una pequeña hendidura encima de tu labio superior, y dio a los hombres de todo el mundo un lugar para dejar crecer terribles bigotes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *