Alegría vs. Felicidad

A través de mi experiencia personal y de los estudios realizados a lo largo de mi vida, me he dado cuenta de que existe una profunda diferencia entre la alegría y la felicidad. Aspirar a la alegría es más beneficioso, ya que es menos transitoria que la felicidad y no está ligada a circunstancias externas. Muchos de nosotros hemos perdido el contacto con ese sentimiento, ya no sabemos cómo cultivar la alegría, por lo que recurrimos a soluciones rápidas como el alcohol, las drogas y los alimentos adictivos, o encontramos momentos fugaces de felicidad de otros lugares sin experimentarla realmente y cultivarla por nosotros mismos, por ejemplo, viendo la televisión.

Puede ser un reto para nosotros cambiar nuestra mentalidad de un pensamiento negativo a uno de alegría, así que aquí hay tres cosas que deberías hacer para aumentar la cantidad de alegría en tu vida:

1. Es importante ser capaz de acceder a tu corazón en lugar de a tu cabeza, a tu intuición en lugar de a tu mente pensante. Acallar el parloteo de tu mente y crear un espacio en tu interior te permite escuchar más de cerca lo que te produce alegría.

2. Reduce las redes sociales.

Estamos tan influenciados por lo que «debería gustarnos/hacer/tener/comprar» que a menudo no está en línea con lo que realmente nos da alegría. Para muchos de nosotros, las redes sociales se han convertido en una necesidad en nuestro día. Si abandonar las redes sociales por completo no es una opción, piense en cómo puede reducirlas, por ejemplo:

– Comprobar las redes sociales sólo dos veces al día, una a media mañana, para no empezar el día con las redes sociales, y otra a última hora de la tarde.

– Optar por un máximo de dos portales de comunicación de mensajería instantánea en los que los amigos y colegas puedan contactar con usted. Recuerdo una época en la que un exempleador se ponía en contacto conmigo a través de mensajes de texto, WhatsApp, Viber, Skype, Facebook Messenger y llamadas telefónicas normales. No hace falta decir que era demasiado abrumador!

– Elige bien a las personas que ‘sigues’ o que aparecen en tu feed. Si te gusta obtener tu dosis diaria de lo que ocurre en todo el mundo, ya sea en asuntos mundiales, moda o autodesarrollo, opta por aquellos que te inspiran, no por los que te deprimen.

3. Lleva un diario y practica la gratitud por las cosas que te dan alegría.

Cultiva la gratitud siempre que sea posible e incluso ten gratitud por las cosas que te desafían, ya que éstas te ayudan a crecer y a fortalecerte. Esto también ayuda a definir lo que te trae alegría y lo que no.

En tu diario, al final de cada día, escribe una lista de 10 cosas por las que estás agradecido ese día, puede ser cualquier cosa. Celebra y reconoce estos aspectos de tu día. Pronto verás temas recurrentes, y cuando lo hagas, intercala tu día con más cosas buenas y menos cosas «no tan buenas».

Tener una actitud de gratitud nos hace más agradecidos y confiados, nos da una mejor autoestima y nos ayuda a recuperarnos del estrés. Nos permite ver el mundo, y nuestra situación dentro de este mundo, de una manera más positiva y saludable.

Abraza las experiencias y los placeres sencillos. Cuando nos movemos a 100 mph, damos por sentado las cosas simples. A menudo son las cosas que rematan nuestros sentimientos de alegría. Cuando estás más presente, las cosas más simples se vuelven alegres; la comida que comes, el aire que respiras, los sonidos de la naturaleza.

Como muchos de mis clientes han experimentado, cuanto más se ponen en contacto con su verdadero yo, menos sienten la necesidad de buscar en influencias externas para experimentar la felicidad momentánea. La alegría se convierte en un estado más constante del ser, ya no se trata de lo que te da o no te da alegría, ya que empiezas a cultivar la alegría desde dentro hacia fuera.

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