Auscultación
Auscultación, procedimiento de diagnóstico en el que el médico escucha los sonidos dentro del cuerpo para detectar ciertos defectos o condiciones, como el mal funcionamiento de las válvulas del corazón o el embarazo. La auscultación se realizaba originalmente colocando el oído directamente sobre el pecho o el abdomen, pero se ha practicado principalmente con un estetoscopio desde la invención de ese instrumento en 1819.
La técnica se basa en los sonidos característicos producidos, en la cabeza y en otros lugares, por circuitos sanguíneos anormales; en las articulaciones por superficies rugosas; en el antebrazo por la onda del pulso; y en el abdomen por un feto activo o por alteraciones intestinales. Sin embargo, se emplea con mayor frecuencia para diagnosticar enfermedades del corazón y los pulmones.
Los ruidos cardíacos consisten principalmente en dos ruidos separados que se producen cuando se cierran los dos conjuntos de válvulas del corazón. La obstrucción parcial de estas válvulas o las fugas de sangre a través de ellas debido a un cierre imperfecto provocan turbulencias en la corriente sanguínea, lo que provoca ruidos audibles y prolongados denominados soplos. En ciertas anomalías congénitas del corazón y de los vasos sanguíneos del tórax, el soplo puede ser continuo. Los soplos son a menudo un diagnóstico específico de las enfermedades de las válvulas cardíacas individuales; es decir, a veces revelan qué válvula cardíaca está causando la dolencia. Asimismo, la modificación de la calidad de los ruidos cardíacos puede revelar una enfermedad o una debilidad del músculo cardíaco. La auscultación también es útil para determinar los tipos de ritmo irregular del corazón y para descubrir el sonido peculiar de la inflamación del pericardio, el saco que rodea el corazón.
La auscultación también revela la modificación de los sonidos producidos en los tubos de aire y los sacos de los pulmones durante la respiración cuando estas estructuras están enfermas.