Articles

¿Cómo afecta el sueño a tu memoria?

El Dalai Lama dijo una vez: «El sueño es la mejor meditación.»

Asegurarse de dormir al menos ocho horas productivas por noche es también una de las formas más seguras de mantener una mente aguda. Por mucho que uno aprenda en sus horas de vigilia, es durante el sueño cuando los acontecimientos del día se procesan y se convierten en algo que podemos recordar y en lo que podemos centrarnos más tarde. Sin un sueño adecuado, nuestros recuerdos a corto plazo no pueden transferirse al disco duro del cerebro a largo plazo, y hay pocas esperanzas de recordar algo.

Para que algo se convierta en un recuerdo, deben ocurrir tres procesos, todos ellos vinculados al sueño:

En primer lugar, está la adquisición de la memoria. Mientras estamos despiertos, aprendemos o experimentamos algo nuevo. Este acontecimiento se registra en nuestra memoria a corto plazo y permanece allí hasta que nos vamos a dormir.

Consolidación

Durante el sueño, el cuerpo se recarga y el cerebro repite los acontecimientos del día para revisarlos, consolidándolos y transfiriéndolos a la parte posterior del cerebro y a nuestra memoria a largo plazo. Este proceso permite que se queden con nosotros como entidades estables.

Recuerdo

Finalmente, al despertar, somos capaces de disfrutar del recuerdo de estas memorias y podemos acceder a ellas en el futuro.

Sin una buena noche de sueño, el almacenamiento de estos recuerdos se ve comprometido, lo que afecta no sólo a nuestra capacidad para concentrarnos en la formación de nuevos recuerdos durante el día, sino también para recordar los que ya hemos dedicado a almacenar.

Y no sólo tu cerebro retiene los recuerdos valiosos, sino que también borra lo intrascendente. Como dice Maria Konnikova en un artículo reciente para el New York Times: «Mientras tu cuerpo duerme, tu cerebro está desempeñando de forma bastante activa el papel de conserje mental: está limpiando toda la basura que se ha acumulado como resultado de tu pensamiento diario»

Todos hemos estado ahí: cansados, malhumorados, el cerebro está un poco nublado y no somos capaces de recordar nombres y hechos como normalmente.

Aquí tienes unos cuantos consejos para asegurarte una buena noche de sueño que te lleve a tener una memoria aguda:

Consejo nº 1: Mantén una rutina.

Mantener unos horarios fijos para levantarte, comer, hacer ejercicio e irte a la cama ayuda a mantener el cuerpo controlado y permite aprovechar al máximo el ciclo de sueño.

Consejo nº 2: Diviértete al sol.

Aunque ya no somos el pueblo cazador-recolector que vivía en función de las horas de luz, nuestro cuerpo sigue estando fuertemente regulado por la luz solar. Pase tiempo al aire libre o cerca de la luz solar para ayudar a su cuerpo a alinearse con su ritmo circadiano.

Consejo #3: Hable con su médico.

Los productos farmacéuticos pueden interferir con el sueño. Habla con tu médico para asegurarte de que cualquier medicamento que estés tomando está bien programado y no afectará a tu capacidad para conciliar el sueño.

Te animamos a que pruebes algunas de estas técnicas, y a que seas consciente de cómo reaccionan tu mente y tu cuerpo. Dulces sueños!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *