Cómo sobrellevar el trauma después de un accidente
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, solo en 2016, se estima que hubo 7.277.000 accidentes de tráfico reportados por la policía en los Estados Unidos. La mayoría de las veces, la preocupación inicial tiene que ver con cualquier lesión física para las personas involucradas y obtener ayuda inmediatamente. Después del accidente, cuando ese shock inicial ha pasado, muchos no reconocen cómo estos accidentes afectan a su salud emocional y mental.
Cuando se pregunta si se ha experimentado un trauma, muchos no consideran que el accidente de coche en el que estuvieron hace 5 años sea traumático. Esto se debe a que la gente ocasionalmente asume que el trauma tiene que ser algo tan significativo como la muerte de un ser querido o un desastre natural, pero el trauma es cualquier cosa que sea «profundamente angustiante o perturbadora», y eso se ve diferente para cada individuo. Es importante recordar que ni siquiera tienes que ser necesariamente el conductor del accidente para que sea traumático, puedes ser el pasajero o un espectador para que tenga sus efectos en ti.
Después de un accidente, muchas personas pueden experimentar angustia emocional. Es normal que durante el proceso de curación, se empiecen a notar signos de mayor estrés como el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), ansiedad, depresión, angustia, miedo, problemas para dormir, pesadillas recurrentes sobre el accidente y más. Estas intensas emociones pueden llevar a la evitación. Algunos pueden evitar tener que volver a conducir evitando ir al trabajo, a las citas, a los eventos, a la escuela, etc. por miedo a tener otro accidente. Cuando los síntomas comienzan a obstaculizar el funcionamiento diario, puede ser una señal para tomar medidas.
Hay algunas formas sugeridas para trabajar y superar estos eventos traumáticos. En primer lugar, es importante aumentar el autocuidado. Cuando se está angustiado o se siente ansiedad, es fácil descuidar nuestras necesidades básicas, como dormir lo suficiente, comer de forma equilibrada, implementar el ejercicio en su horario y mantenerse social. Cuando esto no es suficiente, es importante buscar ayuda profesional. Un profesional de la salud mental puede ayudarte a procesar el accidente, a reducir la ansiedad y el estrés y a retomar tu rutina y a mantenerte comprometido. Con la ayuda de los amigos, la familia, un profesional de la salud mental y un poco de exposición, es posible trabajar para poder volver a conducir.
Recuerda, es importante centrarse en las cosas que están bajo tu control cuando intentas hacer frente a seguir adelante. Practica el uso de buenas conductas al volante, como llevar siempre puesto el cinturón de seguridad, y minimiza al máximo las distracciones, como no conducir cuando estés demasiado cansado, no usar el teléfono y no comer o beber mientras conduces. Además, la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA) tiene recursos adicionales como materiales educativos, seminarios web, así como un buscador de terapeutas para ayudarle a encontrar un profesional de la salud mental en su área. También puede visitar el Centro Nacional para el TEPT para aprender más sobre el Trastorno de Estrés Postraumático y encontrar profesionales que se especializan en el tratamiento del TEPT.
Acerca de la autora
Dominique Apollon, M.Ed, LPC recibió su maestría de la Universidad DePaul en Consejería de Salud Mental Clínica. Su experiencia clínica incluye el trabajo en una organización sin ánimo de lucro que ayuda a niños, adolescentes y adultos que experimentan traumas. Antes de trabajar en NVisionYou, Dominique trabajó en la práctica privada especializada en el tratamiento de la ansiedad, depresión, TOC, fobias específicas, tricotilomanía y otros trastornos relacionados con el estrés. Dominique es una consejera profesional con licencia y está certificada. Dominique también forma parte del comité de educación pública de la Anxiety and Depression Association of America, donde tiene como objetivo mejorar y ampliar la educación pública y la divulgación sobre la ansiedad, la depresión y los trastornos concurrentes a través del contenido del sitio web, los seminarios web, las publicaciones en el blog, la divulgación en las redes sociales y otros proyectos educativos de colaboración.