Descubren enorme palacio maya en gran forma en lo profundo de la selva
Se ha encontrado un gran palacio maya en lo profundo de la selva de la península de Yucatán. La cultura maya cubrió un área que incluye México, Guatemala, Belice y Honduras durante unos 2.000 años, y es una de las mayores civilizaciones del hemisferio occidental. Aunque sabemos bastante sobre la cultura, los arqueólogos siguen haciendo nuevos hallazgos que tienen el potencial de llenar aún más lagunas.
El más reciente de esos hallazgos se acaba de hacer en México, en la antigua ciudad maya de Kuluba, a unos 160 kilómetros al oeste de Cancún, en la selva de Yucatán. El descubrimiento es un enorme palacio maya, que mide unos 180 pies de largo y unos 50 pies de ancho, según un informe de The Guardian.
El edificio parece constar de seis habitaciones, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. El edificio está al este de la plaza principal de un grupo de estructuras conocido simplemente como Grupo C. Fue encontrado mientras un equipo de arqueólogos realizaba trabajos de preservación encargados por el gobierno de Yucatán.
Exterior de las ruinas del palacio en Kuluga. Imagen: NIAH
El palacio cuenta con un pasillo lleno de pilares de piedra al que se accede mediante escaleras. Parece que estuvo en uso entre los años 600 y 1050 de nuestra era. La zona también alberga un lugar de enterramiento, y los científicos esperan obtener más información sobre los habitantes de la ciudad a partir del análisis de los huesos que contiene.
Arqueólogos trabajando en Kuluba. Crédito de la imagen: NIAH
De acuerdo con el Diario de Noticias de México, la declaración del NIAH sobre el hallazgo sugiere que el palacio fue utilizado por la élite, y el período de uso probable fue determinado por la edad de varias reliquias que se encontraron en el interior. Esa época abarca los periodos clásico y clásico terminal de los mayas, cuando la civilización comenzaba su declive y muchas de sus ciudades eran abandonadas.
Exterior de las ruinas del palacio. Imagen: NIAH
El arqueólogo Alfredo Barrera Rubio ha comentado que durante ese periodo, la ciudad de Chichén Itzá tuvo una fuerte influencia en ciudades mayas más pequeñas, entre ellas Kuluba, como se ha demostrado al encontrar en Kuluba materiales de obsidiana y similares a la cerámica que se encuentran en la ciudad mayor. Chichén Itzá es actualmente uno de los sitios arqueológicos más visitados de México, y ha sido votado como una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo, junto con el Taj Mahal y la Gran Muralla China.
Exterior de las ruinas del palacio en Kuluba. Imagen: NIAH
Actualmente se están investigando otras cuatro estructuras del Grupo C. Esas estructuras incluyen lo que parecen ser dos edificios residenciales, que están en mal estado de conservación, un altar y una estructura redonda que creen que es un gran horno. Mientras se realizan esas exploraciones, otros científicos y conservacionistas siguen realizando trabajos de restauración en los edificios de los grupos A y B.
Palacio maya en Kuluga. Imagen: NIAH
Una de las coordinadoras del proyecto de restauración, Natalia Hernández Tangarife, ha señalado que se está trabajando en la reforestación de los alrededores de Kuluba, para ayudar a proteger la ciudad de los daños que pueden causar el sol y el viento. El NIAH quiere hacer que Kuluba esté abierta al público en el futuro, para que puedan ver no sólo la ciudad, sino también uno de los últimos trozos de selva de la zona, con toda la vida silvestre que contiene.
Los científicos e historiadores no están absolutamente seguros de qué causó el colapso de la civilización maya, pero creen que el cambio climático jugó un papel importante. Se han encontrado pruebas que documentan grandes sequías en la zona, y también que las relacionan cronológicamente con patrones de alteración en la sociedad maya.
Las condiciones de sequía eran más severas en las partes del sur de la zona que habitaban los mayas, que era también el mayor centro de población, lo que significaba que no había mucho que pudieran hacer para adaptarse. La parte más septentrional de la región ya tenía un clima más seco, por lo que ya estaba estructurada para lidiar mejor con ella, y no sufrió en la misma medida.
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Antes de que su sociedad colapsara, los mayas eran conocidos por varias cosas, como su arquitectura, su metalistería con oro y cobre, y por el cultivo de frijoles, maíz y calabaza. También eran conocidos por sus pirámides de piedra y su habilidad en la ciencia y la astronomía. Sin embargo, a pesar de sus habilidades y recursos, la civilización se desvaneció lentamente, dejando atrás sus ciudades en las selvas.