Elegir la mejor berenjena: ¿Niño o niña?
¿Sabes cómo elegir la mejor berenjena? A lo largo de los años, por mucho que haya disfrutado de las berenjenas, tengo que admitir que a veces las que compraba y cocinaba me sabían amargas. He probado diferentes formas de quitar el amargor, como salar mucho las rodajas y dejarlas sudar en toallas durante un tiempo, luego lavar la sal, secar las rodajas con palmaditas como me dijo mi jefe italiano hace años, pero la berenjena amarga intermitente siempre era un problema. Ahora quizá muchos de vosotros seáis mucho más listos que yo en estas cosas, pero hasta hace poco nunca supe elegir berenjenas consistentemente buenas y no amargas. Ya no es así.
Cuando estuvimos en Seattle, en el famoso mercado de Pike Street, vi por casualidad a una mujer de uno de los coloridos puestos de verduras en medio de la acera hablando de berenjenas. Me abrí paso entre las otras 20 o 30 personas reunidas en torno a ella, deseosas de ver lo que tenía que decir sobre las berenjenas. Nunca había pensado en ello, y todo lo que dijo tenía sentido. Como casi todo lo que diseñó la madre naturaleza, las berenjenas son masculinas o femeninas.
¿Cuál es la mejor? Si eres mujer y estás leyendo esto, lo más probable es que hayas insistido en que la hembra es mejor, y viceversa si eres hombre. Bueno señoras, mis sentimientos están más con ustedes que con los hombres en general, pero en este caso resulta que el macho es mejor. Verás, la naturaleza diseñó a las hembras para que estuvieran más en sintonía con la reproducción de semillas que con el buen sabor. Así que en el caso de la berenjena (y otras frutas y verduras), es más probable que más semillas den lugar a más bebés para propagar la especie.
Las berenjenas hembras, por tanto, tienen más semillas. Las semillas son amargas a propósito para no atraer a los comedores de semillas. Es decir, la vida ya es lo suficientemente dura para las hembras de todo tipo sin tener que preocuparse de que un depredador te quiera por tus semillas, ¿verdad? Por regla general, aunque no siempre, suelen ser un poco más redondas que el macho. ¿Es una coincidencia o qué? ¿Te he confundido ya? ¿Necesitas un ejemplo? Echa un vistazo como este:
¿Ves el de la izquierda? ¿Ves cómo el ombligo parece una hendidura? Mientras que el de la derecha tiene una marca definida en forma redonda? Bien, el de la izquierda es la chica, el otro es un chico. Sencillo, ¿verdad?
No siempre. Algunos, como este, son más difíciles de distinguir que otros. Si pescas en la papelera, comparando mientras compruebas los diferentes ombligos, te será más fácil tomar una decisión final, tal y como hice yo al hacer mi elección.
¿Ves? Estos dos son mucho más fáciles de distinguir. Sí, esa es la hembra de la izquierda y el macho de la derecha. Así queooooo, dejaremos a la señorita ahí para que incube sus semillas o dejaremos que algún otro comprador se la lleve a casa.
¿No estás convencido todavía? La prueba, como se dice, del pudín Errrrr, aquí está la prueba. Este es el chico que elegimos, y que consumimos anoche en un maravilloso parmigiano de berenjena. Apenas tiene semillas. Si ya eres experto en todas estas cosas y sigues leyendo, gracias por seguirme la corriente y terminar el post. Para los demás que no han sido sometidos a una conferencia sobre berenjenas antes, ¡buen provecho! Y acuérdate de dejar unos cuantos chicos para mí, ¿vale?