Emociones de los niños pequeños: ideas de aprendizaje y juego
El juego de los niños pequeños: por qué es importante para el desarrollo emocional
El juego es la forma natural en que los niños pequeños aprenden y se desarrollan. Es importante para todas las áreas del desarrollo, incluido el desarrollo emocional.
Los niños son personas pequeñas con grandes emociones para las que no siempre tienen palabras. El juego les da la oportunidad de explorar y expresar sus emociones y también de practicar su gestión. Esto es bueno para la autorregulación, el comportamiento y las relaciones de tu hijo.
Y tú tienes un papel clave en el juego y el desarrollo de tu hijo. A través del juego, puedes ayudar a tu hijo a entender lo que siente y por qué. Por ejemplo, si tu hijo está triste porque su juguete está roto, puedes decirle: «Veo que estás triste porque tu juguete está roto. No pasa nada, podemos arreglarlo’.
Los niños observan cómo expresas tus emociones, y puedes dar un buen ejemplo cuando gestionas tus emociones de forma positiva. Por ejemplo, envías un poderoso mensaje cuando respondes a tu hijo pequeño frustrado con calma y comprensión.
Qué esperar de las emociones de los niños pequeños
Es probable que tu hijo pequeño:
- Ser más consciente de ser un individuo a los 1-2 años
- Empezar a sentir miedo, vergüenza, empatía y envidia alrededor de los 1-2 años
- Empezar a ser más independiente y querer hacer cosas sin tu ayuda
- Ser capaz de esperar su turno y controlar algunas emociones a los 1-2 años
- Empezar a decir cómo se siente – por ejemplo, tu hijo pequeño podría decir ‘ow’ para el dolor o ‘¡Lo hice!’ para el orgullo a los 1-2 años
- comienza a comparar su comportamiento con el de otros niños – por ejemplo, tu hijo pequeño podría decirte que esperó su turno pero que otros no lo hicieron.
- se frustre y llore, grite o pegue cuando no se salga con la suya
- no entienda por qué no puede tener lo que quiere, cuando lo quiere
- se muestre bastante mandón con lo que sí quiere
- le cueste dejar de jugar o cambiar de actividad
- le cueste mantener su frustración bajo control a veces -puede que veas algunas rabietas.
- Jugar y compartir con niños de todas las edades
- Juego imaginativo con marionetas, juguetes o ropa vieja -por ejemplo, su hijo podría fingir que cuida de un muñeco bebé o rescatar valientemente los juguetes de un árbol
- Cantar y bailar -por ejemplo, «Si eres feliz y lo sabes, aplaude»
- Juego sucio con arena, barro o pinturas – tu hijo pequeño puede golpear alegremente la arena o pisar el barro, o hacer grandes pinceladas de pintura con rabia
- leer cuentos en los que aparecen personajes que experimentan sentimientos por los que tu hijo pequeño también está pasando -por ejemplo, la serie When I’m Feeling de Trace Moroney
- jugar al aire libre en un parque o espacio abierto donde tu hijo pequeño pueda correr, dar volteretas o rodar para dejar salir sus emociones
- dejar que tu hijo pequeño tome la iniciativa en el juego. Pero incluso cuando tu hijo quiera llevar la iniciativa, tú sigues teniendo un papel importante a la hora de ayudar a tu hijo a enfrentarse a emociones fuertes como la frustración o la decepción.
Tu hijo pequeño también está aprendiendo sobre una gran emoción nueva: la frustración. Es probable que su hijo:
A la edad de tres años, la mayoría de los niños pequeños empiezan a sentir emociones como la culpa y la vergüenza. Escuchar a tu hijo cuando quiera hablar y darle mucha seguridad y apoyo puede ayudar a tu hijo a entender estos nuevos sentimientos.
Ideas de juego para fomentar las emociones de los niños pequeños
El juego es una de las mejores maneras de que los niños pequeños practiquen la comprensión, la expresión y la gestión de sus sentimientos. Entre las grandes formas de fomentar esto se encuentran: