Líquido para encender carbón
El líquido para encender carbón es un líquido inflamable que se utiliza para acelerar el encendido del carbón en una parrilla de barbacoa. Puede tener una base de petróleo (por ejemplo, alcohol mineral) o de alcohol (normalmente metanol o etanol). Puede utilizarse tanto con carbón vegetal en trozos como con briquetas. Existen briquetas con líquido encendedor, que eliminan la necesidad de aplicar por separado el líquido encendedor. El uso de líquido para encendedores es algo controvertido, ya que la sustancia es combustible, perjudicial o mortal si se ingiere, y puede dar un sabor desagradable a los alimentos cocinados en fuegos encendidos con él.
La venta de líquido para encendedores a base de petróleo está regulada en algunas jurisdicciones debido a su potencial para causar smog fotoquímico a través de la evaporación de sus compuestos orgánicos volátiles. El Distrito de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur exige que todos los líquidos para encendedores de carbón vegetal que se vendan en su jurisdicción (esencialmente el sur de California) cumplan las normas de calidad del aire establecidas en la norma 1174 del distrito. Los sustitutos comunes para ayudar a encender el fuego de carbón vegetal son los encendedores de chimenea y los eléctricos.
En los antiguos países soviéticos, el líquido para encendedores a base de alcohol se consume a veces como un sustituto del alcohol entre los alcohólicos muy pobres debido a su precio barato en comparación con el vodka, al igual que ocurre con el agua de colonia Troynoy. El líquido para encendedores es venenoso y nunca debe consumirse por vía oral.
El líquido para encendedores de carbón, conocido como LF-1, se utilizaba en el motor Pratt & Whitney J57 que impulsaba el avión Lockheed U-2. Con un aditivo para mejorar la estabilidad oxidativa térmica, estaba amparado por una especificación militar y se conocía como Thermally Stable Jet Fuel, JPTS.