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¿Qué es una calificación de bonos?


Fuente de la imagen: Getty Images.

Un rating de bonos es una calificación que emiten agencias independientes para medir la calidad crediticia de un bono concreto. La calificación de los bonos mide la solidez financiera de la empresa que los emite y su capacidad para realizar los pagos de intereses y devolver el capital de los bonos a su vencimiento.

Las principales agencias de calificación de bonos son & Poor’s, Moody’s y Fitch Ratings. Aunque sus sistemas de calificación son ligeramente diferentes, la codiciada calificación triple A indica la flor y nata que todo emisor de bonos se esfuerza por conseguir. A continuación, analizaremos con más detalle las calificaciones de los bonos y su significado.

Entender las calificaciones de los bonos

Miles de agencias gubernamentales y empresas privadas buscan obtener capital mediante la emisión de deuda, y los bonos que venden son inversiones populares entre quienes buscan ingresos fijos. Sin embargo, la profundidad del mercado de bonos puede dificultar que los inversores evalúen si una empresa tiene más o menos probabilidades de pagar su deuda que otra. Para simplificar la comparación de diferentes bonos, las agencias de calificación de bonos se especializan en emitir calificaciones de bonos para diferentes bonos.

Las calificaciones de bonos utilizan una combinación de letras, números y símbolos para indicar su ubicación relativa en la escala de calificación de una agencia determinada. Las letras suelen indicar una amplia gama de calificaciones. Tener más letras en la calificación suele ser mejor que tener menos letras, y estar antes en el alfabeto indica una mayor calidad.

Para Standard and Poor’s, AAA es la mejor calificación, seguida de AA, A, BBB, BB, B, CCC, CC y C. D se utiliza para los bonos que ya están en mora. Las calificaciones de Fitch son similares a S&P. Moody’s utiliza una escala ligeramente diferente, pero sus calificaciones Aaa, Aa, A, Baa, Ba, B, Caa, Ca y C tienen aproximadamente el mismo significado.

A partir de ahí, los números o símbolos desglosan aún más la calificación basada en letras. Por ejemplo, con S&P y Fitch, una calificación de AA+ es mejor que AA, y una calificación de AA- es peor que AA, pero mejor que A+. Moody’s utiliza números para indicar la calidad relativa, siendo Aa1 la mejor calificación Aa, seguida de Aa2 y Aa3.

La línea clave en la arena con las calificaciones de los bonos

En general, cuanto más alta sea la calificación de los bonos, más favorables serán las condiciones para el emisor de los mismos. Los bonos de alta calificación tienen tipos de interés más bajos porque los inversores necesitan menos compensación por el riesgo de impago. Esto lleva a unos costes de préstamo más bajos para los emisores de bonos.

Sin embargo, hay un punto de ruptura especialmente importante en las calificaciones de los bonos. Los bonos calificados como BBB- o Baa3 o superiores son tratados como grado de inversión, lo que significa que la mayoría de los inversores institucionales pueden poseer los bonos. Por el contrario, los bonos calificados como BB+ o Ba1 o peor, son tratados como bonos de alto rendimiento, a los que muchos se refieren como bonos basura. Éstos se consideran más especulativos y muchos inversores institucionales los evitan o limitan la cantidad que pueden invertir.

Las calificaciones de los bonos no son un indicador perfecto de lo que ocurrirá con un bono en particular, y las calificaciones no siempre han funcionado de la manera que se pretendía. No obstante, como medida de fortaleza relativa, las calificaciones de los bonos son un buen punto de partida para investigar la deuda de una empresa.

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