Espejo de Erised
El Espejo de Erised es un magnífico espejo, tan alto como el techo de un aula, con un marco de oro ornamentado, que se alza sobre dos pies de garra. La inscripción tallada alrededor de la parte superior decía «Erised stra ehru oyt ube cafru oyt on wohsi», que es «No muestro tu cara, sino el deseo de tu corazón» escrito al revés (es decir, en lo que se llama ‘escritura de espejo’).
El espejo en sí era muy antiguo, y sus orígenes desconocidos. Fue creado con un espíritu de diversión, ya que era más revelador que un espejo normal, pero no era realmente útil. Un maestro podría haberlo traído de sus viajes. El espejo había estado languideciendo en la Sala de Requerimientos durante un siglo antes de que Dumbledore lo convirtiera en un perfecto «escondite y prueba final para los impuros de corazón» (Pm).
En 1927 el Espejo de Erised estaba guardado en la Sala de Requerimientos bajo una cortina de terciopelo negro. Albus Dumbledore fue a verlo después de no haberlo mirado durante muchos años. Se ve a sí mismo y a Grindelwald como adolescentes enfrentados en un granero (CG73).
Cuando alguien se mira en el espejo, ve el deseo más profundo y desesperado de su corazón. El espejo ha atrapado a personas que no pueden soportar dejar de mirarse en él, inseguras de que lo que ven vaya a suceder realmente. Por eso, Dumbledore le advirtió a Harry que dejara de mirarlo. Pero incluso cuando Harry dejó de hacerlo, siguió teniendo pesadillas al respecto (PS13).
En el espejo, Harry vio a su familia: su padre y su madre, pero también al menos a otras ocho personas, entre ellas uno de sus abuelos. Ron se vio a sí mismo como Director y campeón de Quidditch (PS12).
Dumbledore utilizó el poder del Espejo para proteger la Piedra Filosofal:
«Fue una de mis ideas más brillantes, y entre tú y yo, eso ya es decir. Verás, sólo uno que quisiera encontrar la Piedra -encontrarla, pero no usarla- podría conseguirla, de lo contrario sólo se vería haciendo oro o bebiendo Elixir de la Vida. Mi cerebro me sorprende incluso a mí a veces…» (PS17)
Harry sólo quería encontrar la Piedra cuando mirara en el Espejo. Como no quería usarla, la encontró de repente en su bolsillo (PS17).
Harry volvió a pensar en el espejo cuando revisó sus recuerdos con Snape durante las lecciones de Oclumancia (OP24) y cuando buscó a Sirius después de su muerte (OP38). Esperaba que el espejo bidireccional le mostrara a Sirius, igual que el Espejo de Erised le mostró a sus padres. Desgraciadamente, eso no ocurrió.
Dumbledore también volvió a mencionar el Espejo de Erised, al señalar a Harry lo raro que era que alguien no se viera a sí mismo siendo inmortal o rico (HBP23).
Dumbledore devolvió el espejo a la Sala de los Requerimientos, y éste, junto con todo lo que allí se escondía, fue destruido por Fiendfyre en la Batalla de Hogwarts (Pm).
Dumbledore dijo que se veía a sí mismo sosteniendo un par de calcetines, cuando se miraba en el espejo (PS12). Harry sospechó que Dumbledore noT decía la verdad en ese momento (PS12, DH2). Sólo al encontrarse con Dumbledore en King’s Cross (DH35), Harry descubrió lo que Dumbledore habría visto realmente en el espejo. Sin embargo, ni siquiera allí se describió. Dumbledore vería a su familia completa, feliz y reconciliada, según reveló Rowling sólo después de la publicación del último libro (BLC).
Si Voldemort se hubiera encontrado con el Espejo de Erised, Rowling afirmó que se habría visto a sí mismo todopoderoso y eterno (TLC). Antes de que Harry emprendiera la búsqueda de los Horrocruxes, habría visto a Voldemort derrotado, ya que no habría tenido paz antes de que eso sucediera (TLC).
La inscripción del espejo nunca se explicó en los libros; Rowling lo explicó en Pottermore. También añadió que la advertencia de Dumbledore reflejaba su propia opinión. Aferrarse a los sueños puede resultar inútil y poco saludable, cuando te aferras a sueños que no se hacen (o no deberían hacerse) realidad.