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Lesiones del tendón extensor

¿Qué son las lesiones del tendón extensor?

Los tendones son bandas de tejido que conectan los músculos con los huesos. El tendón extensor es un cordón fuerte y suave que conecta los huesos de los dedos con los músculos de la mano. Los tendones extensores están situados justo debajo de la piel, directamente sobre el hueso, en el dorso de la mano y los dedos. Permiten abrir las manos y mover o enderezar la muñeca, los dedos y el pulgar.

La lesión del tendón extensor es un daño parcial o total del tendón. Esto puede ser causado debido a:

  • Corte en el dorso de los dedos
  • Atascamiento de los dedos
  • Traumatismo de los dedos
  • Lesión por aplastamiento en el dorso de los dedos
  • Traumatismo de la mano o uso excesivo
  • Laceración o rotura de hueso en los dedos
  • Compresión nerviosa
  • La lesión del tendón extensor puede provocar un desgarro o rotura del tendón, y la afección puede afectar en gran medida al agarre, la función motora fina de la mano y la estabilidad de la muñeca. Algunos de los tipos de lesiones del tendón extensor son:

    • Dedo en palillo: Se caracteriza por la caída de la articulación final de un dedo debido a un corte o un desgarro del tendón extensor en la última articulación.
    • Deformidad en boutonniere: Se caracteriza por una posición doblada hacia abajo (flexionada) de la articulación media del dedo causada por un corte o desgarro del tendón extensor en la articulación media.
      • ¿Cuáles son los signos o síntomas de las lesiones del tendón extensor?

        Los síntomas más comunes de las lesiones del tendón extensor son el dolor y la hinchazón en la punta del dedo. Otros síntomas importantes son:

        • Enrojecimiento y calor cerca de la lesión
        • Rigidez en la articulación del dedo
        • Imposibilidad de enderezar el dedo o el pulgar
        • Caída hacia abajo del dedo o del pulgar
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        • Aumento de las molestias con la actividad
        • Crepitación (sensación de crujido en el tendón afectado)
        • Deformación del dedo o pérdida de la función

        ¿Qué ocurre si la afección no se trata?

        Si no se tratan, las lesiones del tendón extensor pueden dar lugar a:

        • Daños permanentes del tendón extensor
        • Incapacidad para enderezar el dedo o el pulgar
        • Deterioro funcional grave
        • Deformidad o discapacidad permanente

        ¿Cómo se diagnostica la afección?

        Para diagnosticar las lesiones de los tendones extensores, el médico puede hacerle preguntas sobre su dolor y otros síntomas y realizar una exploración física de la mano afectada. El médico también puede solicitar una radiografía para asegurarse de que no hay ningún hueso fracturado. En casos graves, se puede realizar una ecografía o una resonancia magnética para identificar el alcance del daño y obtener una visión detallada de todos los huesos, músculos y tendones alrededor de la lesión.

        ¿Cómo se tratan las lesiones de los tendones extensores?

        Tratamiento conservador

        Por lo general, si la lesión es leve, los síntomas se resuelven con el reposo y el hielo adecuados. Sin embargo, el tratamiento específico de una lesión del tendón extensor varía según el nivel de su gravedad.

        Los tratamientos no quirúrgicos son la primera opción y suelen incluir:

        • Colocar una férula en la parte afectada para que sane en la alineación adecuada
        • Medicamentos antiinflamatorios
        • Ejercicios especiales y terapia manual
        • Tratamiento quirúrgico

          La cirugía de reparación del tendón extensor puede realizarse con anestesia local, regional o general. Se suturan los extremos del tendón lesionado y se puede colocar un clavo (a modo de férula interna). En el postoperatorio, la zona tratada se inmovilizará con una férula para permitir que el tendón sane.

          En los casos de pérdida de movimiento, la cirugía puede implicar la liberación del tejido cicatricial seguida de terapia de mano. En el caso de lesiones graves que impliquen una laceración importante o una rotura completa del tendón, se pueden llevar a cabo opciones quirúrgicas como la reparación del tendón, la reconstrucción del tendón, la transferencia del tendón del extensor indicis proprius/extensor pollicis longus (EIP/EPL) o la fijación de la avulsión ósea.

          Las cirugías de reparación del tendón del extensor suelen ser seguras, sin embargo, como ocurre con cualquier cirugía, existen riesgos potenciales que incluyen la infección, la formación de adherencias, la rotura del tendón, la rotura de la reparación, la pérdida de la flexión y un agarre debilitado.

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