Megan Fox
Megan Denise Fox (nacida el 16 de mayo de 1986, mide 1,63 m) es una actriz y modelo estadounidense. Comenzó su carrera como actriz en 2001, con varios papeles menores en televisión y cine, y tuvo un papel regular en el programa de televisión Hope & Faith. En 2004, debutó en el cine con un papel en Confesiones de una reina del drama adolescente. En 2007, coprotagonizó el papel de Mikaela Banes, el interés amoroso del personaje de Shia LaBeouf, en la taquillera película Transformers, que se convirtió en su papel más destacado. Fox repitió su papel en la secuela de 2009, Transformers: La venganza de los caídos. Más tarde, en 2009, protagonizó la película Jennifer’s Body. Fox también está considerada como uno de los símbolos sexuales femeninos modernos y ha aparecido en revistas como Maxim, Rolling Stone y FHM.
Fox nació en Oak Ridge, Tennessee, hija de Gloria Darlene (de soltera Cisson) y Franklin Thomas Fox. Tiene ascendencia inglesa y, en menor medida, escocesa, alemana, francesa, escocesa-irlandesa (irlandesa del norte) y de los nativos americanos Powhatan. Los padres de Fox se divorciaron cuando ella era joven. La madre de Fox se volvió a casar, y ella y su hermana fueron criadas por su madre y su padrastro, Tony Tonachio. Dice que los dos eran «muy estrictos» y que no se le permitía tener novio ni invitar a amigos a su casa. Vivió con su madre hasta que ganó suficiente dinero para mantenerse.
Fox comenzó su formación en teatro y danza a los cinco años, en Kingston, Tennessee. Asistió a una clase de baile en el centro comunitario de esa localidad y participó en el coro de la escuela primaria de Kingston y en el equipo de natación Kingston Clippers. A los 10 años, tras mudarse a San Petersburgo (Florida), Fox continuó su formación. A los 13 años, Fox empezó a ejercer de modelo tras ganar varios premios en la Convención de Modelos y Talentos Americanos de 1999, celebrada en Hilton Head (Carolina del Sur). A los 17 años, hizo un examen por correspondencia para poder trasladarse a Los Ángeles, California.
Fox ha hablado mucho de su etapa educativa; que en la escuela secundaria la acosaban y se metían con ella y que almorzaba en el baño para evitar que la «acribillaran con paquetes de ketchup». Dijo que el problema no era su aspecto físico, sino que «siempre se había llevado mejor con los chicos» y que eso «molestaba a algunas personas». Fox también dijo de la escuela secundaria que nunca fue popular y que «todo el mundo me odiaba, y yo era un paria total, mis amigos eran siempre chicos, tengo una personalidad muy agresiva, y las chicas no me gustaban por eso. Sólo he tenido una gran novia en toda mi vida». En la misma entrevista, menciona que odiaba la escuela y que nunca ha sido «una gran creyente en la educación formal» y que «la educación que recibía parecía irrelevante. Así que, en cierto modo, me quedé fuera de esa parte». Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.