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Mujer: cómo superar la incontinencia urinaria

Rótulo de baño con figura de mujer cruzando las piernas

Rótulo de baño con figura de mujer cruzando las piernas

Michael Sayles/Alamy Stock Photo

¿Te ha ocurrido que estornudas, ríes, saltas o haces algún esfuerzo y se te sale una gota de orina? No estás sola, esta es una condición que, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, afecta a 13 millones de personas en Estados Unidos, la mayoría mujeres, después de la menopausia.
Si tuviste hijos por parto vaginal es probable que seas más propensa a desarrollar incontinencia urinaria; sin embargo, la reducción de las hormonas femeninas también contribuye a sufrir estos inconvenientes.

El aparato urinario es uno de los responsables de que podamos eliminar los desechos de nuestro organismo. En condiciones normales, los adultos producimos un promedio de litro y medio de orina, dependiendo de la cantidad de líquido que ingerimos, cuanto sudamos y la velocidad a la que respiramos. El líquido pasa a la vejiga para su almacenamiento. La vejiga es una especie de globo muscular que se mantiene en la parte baja del abdomen, sostenida por ligamentos.

Este órgano cuenta con otros músculos que rodean la apertura de la vejiga hacia la uretra, que es el tubo encargado de expulsar la orina. Estos músculos forman el llamado esfínter que se contrae para evitar el goteo de orina. Cuando la vejiga se llena, sus terminales nerviosos envían la señal al cerebro para avisarnos de que es necesario orinar, el cerebro informa a los músculos que es hora de relajarse para vaciar la vejiga. Posteriormente, se vuelven a contraer para repetir el proceso.

Cuando falla alguno de los elementos implicados en el acto de orinar, puede ocurrir incontinencia. De los varios tipos, los más comunes son la incontinencia por esfuerzo y la llamada vejiga hiperactiva. La primera sobreviene cuando hay un escape de orina debido a una presión dentro del abdomen, como ocurre al toser, estornudar, reír o hacer una fuerza. La segunda se debe a un trastorno del sistema nervioso, como en personas con lesiones de médula espinal, esclerosis múltiple, accidente vascular cerebral, enfermedad de Parkinson o la ingesta de medicamentos que pueden provocarla como efecto secundario, como es el caso de los diuréticos.

La buena noticia es hay mucho que podemos hacer para enfrentar la incontinencia urinaria. Familiarízate con estas opciones y convérsalas con tu médico:

  • Ejercicios de Kegel: seguramente has oído hablar de ellos. Su objetivo es fortalecer los músculos del piso pélvico. Para ubicarlos, basta que suspendas el chorro de orina y te percatarás del movimiento que hiciste. Esos son los que debes ejercitar y la recomendación es contraerlos durante tres segundos 10 veces, y repetir esta serie tres veces al día.
  • Estimulación eléctrica: este tipo de estímulo, aplicado generalmente en dos sesiones diarias de 15 minutos, ayuda a fortalecer los músculos del piso pélvico al igual que los ejercicios de Kegel. Tu médico podría informarte más sobre este tratamiento.
  • Conos vaginales: son pequeños artefactos en forma de cono que colocas en la vagina durante 15 minutos dos veces al día, incrementando paulatinamente su peso para fortalecer los músculos del piso pélvico.
  • Visitas al baño por horario: una de las recomendaciones para evitar la pérdida involuntaria de orina es vaciar la vejiga regularmente. Inicialmente puede ser cada hora, luego se extienden paulatinamente los períodos.
  • Evitar el consumo de sustancias con efecto diurético como aquellas que contienen cafeína y alcohol.
  • Bajar de peso también ayuda a un mejor control de la orina ya que contribuye a reducir la presión dentro del abdomen.
  • Evitar la carga de objetos pesados.
  • En algunos casos resulta de utilidad la aplicación de cremas vaginales con estrógenos, pero es importante que antes consultes a tu médico.
  • Biorretroalimentación: es un procedimiento que mide las funciones corporales a través de sensores y permite reconocer las señales que emite tu cuerpo. El objetivo es que puedas recuperar el control sobre los músculos implicados en el acto de orinar.

En el caso de la vejiga hiperactiva, los tratamientos disponibles son:

  • Parches de oxibutitina: un anticolinérgico que ayuda a que los músculos de la vejiga se relajen, evitando su contracción en momentos inoportunos.
  • Mirabegron: un fármaco que aumenta la capacidad de almacenamiento de orina en la vejiga, al tener un efecto relajante sobre los músculos.
  • Las inyecciones de toxina botulínica: al igual que ocurre en los músculos de la cara, evitan la contracción de la musculatura vesical.

Independientemente del tipo de incontinencia, algunos productos que te pueden resultar de utilidad son los siguientes:

  • Uso de toallas femeninas absorbentes. Están diseñadas con polímeros especiales para mujeres con incontinencia urinaria, son delgadas y tienen una gran capacidad de absorción. A diferencia de las toallas sanitarias para la menstruación, estas tienen la capacidad de absorber grandes cantidades de orina en lapsos muy breves.
  • Ropa interior desechable con toalla integrada y sistema para bloquear el mal olor.
  • Los protectores desechables para cama también resultan de gran ayuda cuando la incontinencia se presenta durante el sueño. A fin de evitar que tu colchón se manche, te recomiendo usar un protector de colchón a prueba de agua.

Aunque en algunos casos la cirugía es inevitable, es mucho lo que tú puedes hacer para mejorar tu calidad de vida.

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