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Lo que hay que saber sobre la colitis ulcerosa y el embarazo

Aunque los médicos querrán evitar algunas opciones de tratamiento de la CU durante el embarazo, varios tratamientos sólo presentan un riesgo bajo.

Tratamientos médicos

Las mujeres que se quedan embarazadas pueden seguir tomando algunos tratamientos médicos para la CU. La Crohn’s & Colitis Foundation señala que muchos de los medicamentos que los médicos recomiendan para tratar la CU deberían ser seguros para una mujer embarazada y para el feto.

Además, muchos de estos mismos medicamentos son seguros durante la lactancia.

Las mujeres embarazadas y las que están amamantando deberían consultar siempre a un médico lo antes posible para hablar de sus tratamientos antes de seguir adelante. En algunos casos, la interrupción de un medicamento puede empeorar los síntomas o el estado general.

Los medicamentos para la CU que parecen ser de bajo riesgo durante el embarazo incluyen:

  • Los aminosalicilatos, como la sulfasalazina (Azulfidine) y la mesalamina (Asacol, Pentasa)
  • Los inmunomoduladores, incluyendo la azatioprina (Imuran), la ciclosporina A (Neoral, Sandimmune), y 6-mercaptopurina (Purinethol)
  • biológicos, como infliximab (Remicade) y adalimumab (Humira)
  • En otras situaciones, los médicos querrán ajustar la dosis. Por ejemplo, si la mujer está usando corticosteroides cuando se queda embarazada, los médicos querrán reducir la dosis al máximo. La mayoría de los médicos no recomiendan los corticoides para la terapia de mantenimiento de la CU durante el embarazo.

    Otros fármacos de mayor riesgo que los médicos pueden recomendar evitar durante el embarazo son:

    • antibióticos
    • talidomida
    • algunos biológicos al final del embarazo

    Cirugía

    Las operaciones previas para la CU no parecen tener efectos negativos en el embarazo, aunque ciertos procedimientos pueden afectar a la fertilidad.

    Las mujeres que requieren cirugía pero luego se quedan embarazadas deben esperar hasta después del embarazo para operarse, a menos que la afección sea grave y no responda a la medicación.

    Dieta

    Compartir en PinterestTomar suplementos prenatales puede ayudar a prevenir la deficiencia de ácido fólico.

    En las personas con CU, el intestino grueso tiene dificultades para absorber nutrientes vitales. Por lo tanto, es crucial centrarse en una nutrición adecuada durante el embarazo.

    Cualquier persona con CU que se quede embarazada debe preguntar a su médico sobre la posibilidad de acudir a un dietista. Un dietista puede ayudar a una mujer embarazada a crear un plan de dieta que sea eficaz para su condición, y esto puede marcar una diferencia significativa tanto en cómo se siente como en la salud del bebé. El dietista recomendará los alimentos que la mujer debe comer o evitar para proporcionarle a ella y al feto una nutrición adecuada.

    La mayoría de las mujeres tomarán vitaminas prenatales como parte del cuidado de su embarazo. Estos suplementos deben aportar compuestos esenciales, como el ácido fólico. Estos nutrientes son especialmente importantes para los tratamientos de la UC que reducen los niveles de ácido fólico en el organismo, como los aminosalicilatos.

    También es probable que los médicos recomienden a todas las mujeres embarazadas que reduzcan al mínimo su consumo de cafeína y alcohol y que abandonen cualquier hábito potencialmente peligroso, como fumar cigarrillos o marihuana.

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