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Otoesclerosis

La otoesclerosis es el crecimiento anormal del hueso del oído medio. Este hueso impide que las estructuras del oído funcionen correctamente y provoca una pérdida de audición. En algunas personas con otoesclerosis, la pérdida de audición puede llegar a ser grave.

¿Cómo oímos? La audición es una serie de acontecimientos en los que el oído convierte las ondas sonoras en señales eléctricas y hace que los impulsos nerviosos se envíen al cerebro, donde se interpretan como sonido. El oído tiene tres partes principales: el oído externo, el medio y el interno. Las ondas sonoras entran por el oído externo y llegan al oído medio, donde hacen vibrar el tímpano. Las vibraciones se transmiten a través de tres pequeños huesos del oído medio llamados huesecillos. Estos tres huesos se denominan martillo, yunque y estribo. El tímpano y los huesecillos transmiten las vibraciones al oído interno. El estribo transmite las vibraciones a través de la ventana oval y hacia el fluido que llena el oído interno.

Las vibraciones se mueven a través del fluido en la parte auditiva en forma de caracol del oído interno (cóclea) que contiene las células ciliadas. El fluido de la cóclea mueve la parte superior de las células ciliadas, lo que inicia los cambios que conducen a la producción de los impulsos nerviosos. Estos impulsos nerviosos se llevan al cerebro, donde se interpretan como sonido. Diferentes sonidos estimulan diferentes partes del oído interno, lo que permite al cerebro distinguir entre varios sonidos, por ejemplo, diferentes sonidos vocálicos y consonánticos.

¿Cómo causa la otoesclerosis el deterioro de la audición?

La otoesclerosis puede causar diferentes tipos de pérdida de audición, dependiendo de qué estructura dentro del oído esté afectada. La otosclerosis suele afectar al último hueso de la cadena, el estribo, que se apoya en la entrada del oído interno (la ventana oval). El hueso anormal fija el estribo en la ventana oval e interfiere con las ondas de paso del sonido hacia el oído interno.

La otoesclerosis suele causar una pérdida de audición conductiva, una pérdida de audición causada por un problema en el oído externo o medio. Con menor frecuencia, la otoesclerosis puede causar una pérdida auditiva neurosensorial (células sensoriales y/o fibras nerviosas del oído interno dañadas), así como una pérdida auditiva conductiva.

¿Qué causa la otoesclerosis?

La causa de la otoesclerosis no se conoce del todo, aunque las investigaciones han demostrado que la otoesclerosis tiende a ser hereditaria, o se transmite de padres a hijos. Las personas que tienen antecedentes familiares de otoesclerosis son más propensas a desarrollar el trastorno. Por término medio, una persona con un progenitor con otoesclerosis tiene un 25 por ciento de probabilidades de desarrollar el trastorno. Si ambos progenitores tienen otoesclerosis, el riesgo aumenta hasta el 50%. Las investigaciones muestran que las mujeres blancas de mediana edad son las que corren más riesgo.

Algunas investigaciones sugieren una relación entre la otoesclerosis y los cambios hormonales asociados al embarazo. Aunque la causa exacta sigue siendo desconocida, hay algunas pruebas que asocian las infecciones víricas (como el sarampión) y la otoesclerosis.

¿Cuáles son los síntomas de la otoesclerosis?

La pérdida de audición es el síntoma más frecuente de la otoesclerosis. La pérdida puede aparecer de forma muy gradual. Muchas personas con otoesclerosis notan por primera vez que no pueden oír sonidos graves o que ya no pueden oír un susurro.

Además de la pérdida de audición, algunas personas con otoesclerosis pueden experimentar mareos, problemas de equilibrio o acúfenos. El tinnitus es una sensación de pitido, rugido, zumbido o silbido en los oídos o en la cabeza que acompaña a muchas formas de pérdida auditiva.

¿Cómo se diagnostica la otoesclerosis?

Es necesario un examen por parte de un otorrinolaringólogo u otólogo para descartar otras enfermedades o problemas de salud que puedan causar estos mismos síntomas. Un audiólogo es un profesional de la salud auditiva que está capacitado para identificar, medir y rehabilitar las deficiencias auditivas y los trastornos relacionados. Un audiólogo utiliza una serie de pruebas y procedimientos para evaluar la función auditiva y del equilibrio. El audiólogo puede elaborar un audiograma (un gráfico que muestra la sensibilidad auditiva de una persona) y un timpanograma (un gráfico que muestra el funcionamiento del oído medio para conducir el sonido). Comente estos resultados con su audiólogo/otólogo.

¿Cómo se trata la otoesclerosis?

En muchos casos la cirugía es una opción para el tratamiento de la otoesclerosis. En una operación llamada estapedectomía, un cirujano (otorgante u otólogo) puentea el hueso enfermo con un dispositivo protésico que permite que las ondas sonoras pasen al oído interno. Es importante discutir con el cirujano los riesgos y posibles complicaciones de este procedimiento, así como los beneficios. En raras ocasiones, la cirugía puede empeorar la pérdida auditiva.

Si la pérdida auditiva es leve, la cirugía puede no ser una opción. Además, en ocasiones, algunas pérdidas auditivas persisten después de la cirugía. Un audífono correctamente adaptado puede ayudar a algunas personas con otoesclerosis en situaciones que incluyen una pérdida auditiva persistente. Un audífono está diseñado para compensar la pérdida auditiva amplificando el sonido. Un audiólogo puede hablar de los distintos tipos de audífonos disponibles y hacer una recomendación basada en las necesidades específicas de un individuo.

¿Qué investigación se está realizando sobre la otoesclerosis?

Los científicos están llevando a cabo investigaciones para mejorar la comprensión de la otoesclerosis. Continúan los estudios genéticos para identificar el gen o los genes que pueden provocar este trastorno. Otros investigadores están estudiando la eficacia de los láseres que se utilizan actualmente en la cirugía, de los dispositivos de amplificación y de diversas prótesis de estribo. También se están examinando y desarrollando técnicas de diagnóstico mejoradas.

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